Ricardo Gareca convocó a una conferencia de prensa en la Videna como necesidad de zafarse de un comprimido deseo para explicar el proceso peruano que partió con la clasificación al Mundial de Rusia 2018 y la participación misma en el certamen planetario.
Ricardo Gareca no hizo la convocatoria para hablar sobre su continuidad con la selección pero fue inevitable que las preguntas estuvieran dirigidas a que definiera su futuro con la bicolor.
Gareca es un tipo diferente al pelotón de entrenadores que privilegian la parte económica para torcer el brazo y poner su firma. Se trata de otras exigencias que expuso que tiene que ver el ordenamiento del fútbol local y el listado de exigencias que velen por el crecimiento del fútbol peruano.
Una vez que tenga esa certeza recién pensará en tomar una decisión final que le permita a él y su comando trabajar con los requerimientos que apunte a un crecimiento que mejore lo que se ha hecho hasta el momento.
A pesar que insistió que es técnico libre hubo momentos en la conferencia que se le abrió el corazón y mostró su ‘pechito peruano’ para sentirse todavía técnico del nuevo proceso.
Una buena pista para creer que su respuesta sea afirmativa aunque mantuvo su firmeza de no tener con la FPF alguna negociación al respecto y que llegado el momento de hacerlo se sentarán a conversar.
Ricardo Gareca ha encontrado fallos en la estructura en todo lo que tiene que ver con el aparato organizativo y quiere que ello se subsane aunque de difícil cumplimiento porque el fútbol peruano toda su vida retozó en un ambiente de mediocridad.
Cambiar todo de un día para otro resulta un cometido que más parece una negativa de seguir remanando con la selección bicolor a puertos alejados y de visión oscura si es que no se realizan los cambios sugeridos.
En definitiva, Ricardo Gareca no ha dejado muchas pistas sobre su continuidad al frente de la selección peruana, con dudas enormes que bien vale recordar al tema de Alfredo Gil, ‘ni que sí, ni quizás ni que no’. (Hugo Laredo Medina).