LA PAZ.- Las autoridades bolivianas rindieron hoy en La Paz un homenaje al mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana, que en 1836 unió a Bolivia y Perú en una confederación, la que fue derrotada tres años después por el Ejército chileno.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, y el vicepresidente Álvaro García Linera encabezaron los actos en honor de Santa Cruz, quien fue, además, el gobernante del país andino con más tiempo continúo en el poder, con nueve años, ocho meses y 24 días.
Los homenajes se hicieron a propósito del reciente aniversario de la muerte Santa Cruz, el 25 de septiembre de 1865.
En su discurso, Morales destacó que Santa Cruz fue, junto con el libertador Simón Bolívar, uno de los pocos presidentes bolivianos «que pensó en la integración» regional y mencionó como un ejemplo de esa vocación la creación de la Confederación Perú-Boliviana.
Durante la época republicana, Santa Cruz fue «el único presidente» que buscó la integración, que garantizó la estabilidad política y económica del país, fortaleció a las Fuerzas Armadas y creó códigos legales, resaltó el mandatario boliviano.
«Andrés de Santa Cruz y Calahumana ha sido no un mariscal, un presidente, sino un hermano mayor que dio mucho por nuestra querida Bolivia y por eso nuestro homenaje y admiración», sostuvo Morales.
De padre criollo y madre indígena, Santa Cruz nació el 30 de noviembre de 1792 en La Paz.
El militar, que inicialmente perteneció al ejército español, combatió después en la batallas por la independencia americana junto al libertador Simón Bolívar.
En 1836, siendo ya presidente de Bolivia, Santa Cruz fundó la Confederación Perú-Boliviana, pero desde su nacimiento enfrentó la oposición de Chile y de Argentina para más tarde ser derrotada por el ejército chileno en la batalla de Yungay en 1839. El militar pasó sus últimos años en Francia, donde falleció.
En 1965, al conmemorar el centenario de su muerte, el Gobierno boliviano repatrió sus restos y los colocó en un mausoleo en la catedral de La Paz.
El expresidente y historiador Carlos Mesa (2003-2005), que también asistió al homenaje, destacó la «gigantesca figura» del militar y su obra al frente de Bolivia, pero también su visión integradora.