La atleta peruana Gladys Tejeda pasó un tremendo susto luego de finalizar su actuación en el maratón. Se le vio angustiada, correr de un lado a otro en el área de atletas del Sambódromo.
¿Qué había pasado?
Resulta que Gladys Tejeda había dado las zapatillas a su hermano Jorge pero este como no tenía acceso al área, se perdió entre la multitud. En las zapatillas se encontraba el chip que debía entregar a las autoridades. No hacerlo corría el riesgo de ser descalificada.
En su afán de apoyar a su hermana Jorge Tejeda había recibido las zapatillas que ella se quitó al término de la competencia. El problema fue que estas cargaban el chip de medición de tiempo, que debía entregar al finalizar la carrera o, de lo contrario, podría ser penalizada.
Jorge no tenía acceso a la zona de atletas por lo que se llevó los zapatos de carrera y fue al encuentro de su madre, doña Marcelina. Casi al borde de la desesperación, Gladys Tejeda salió del área y buscó en una zona mucho más alejada a su familia. Minutos después, junto a EL POLI y el doctor Víctor Carpio, divisó a su hermano y, de paso, se reencontró, por fin, con su madre.
Fue automático el cambio de expresión de su rostro. Le volvió la tímida sonrisa y accedió a tomarse cuanta foto le pidió el público de los alrededores. Acto seguido, corrió con el doctor a entregar el chip. Y enhorabuena. Estaban a punto de cerrar el conteo. Pero alcanzó a entregarlo en el tiempo justo. (Margarita Rivera)