MOSCÚ.- El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, denunció este martes el imparable suministro de armas a rebeldes en Siria y la negativa de la OTAN a cualquier tipo de diálogo para detener esta amenaza creciente.
Shoigu explicó que en los seis años de guerra en Siria, los grupos irregulares y mercenarios recibieron ininterrumpidamente los armamentos, municiones y otros medios para librar combates en ese país, Libia y Yemen.
“Por nuestros cálculos, los grupos armados recibieron desde el extranjero dos mil 450 sistemas antiaéreos portátiles, mil 750 sistemas antitanques, 650 complejos coheteriles reactivos, 24 mil minas y 600 toneladas de explosivos” señaló el ministro.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, coordina acciones con el presidente ruso, Vladimir Putin.
En ese sentido remarcó que las revoluciones de colores de ninguna forma tuvieron los resultados de prosperidad esperados, durante su discurso un evento científico sobre estrategias militares y de seguridad en el Instituto Estatal Moscovita de Relaciones Internacionales.
Dijo que apenas existen diferencias entre los resultados de países agredidos y aquellos donde se produjeron las llamadas revoluciones de colores.
Shoigú exhortó a Occidente a unir esfuerzos para combatir el flagelo del terrorismo internacional en lugar de buscar en Rusia una supuesta amenaza.
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Los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se asustan a sí mismos al situar a Rusia como peligro y rechazan en todo momento el diálogo con nosotros, pero estamos abiertos a un diálogo sincero y en condiciones de igualdad con Bruselas para buscar puntos de cooperación como la lucha antiterrorista, declaró.
Al respecto, recordó la experiencia positiva de colaboración para evacuar mil 300 toneladas de armas químicas de Siria, sin un solo disparo y a bordo de navíos rusos, con el apoyo de potencias occidentales.
Sin embargo, lejos de buscar el diálogo, la OTAN incrementa su poderío militar en naciones fronterizas con Rusia, realiza maniobras en el mar Báltico y el Negro con marcado carácter antirruso, denunció el general de ejército.
A ello se sumó el incremento de la exploración de inteligencia en la frontera. Los vuelos espías pasaron de 107 en la década de 1990 a 875 en 2016, advirtió.(ECHA- Agencias)