MOSCÚ.- Después de 4 meses, la niñera Gyulchehra Bobokulova reconoció que hizo “lo que no debía” al decapitar a una menor de 4 años de edad, y pidió a las autoridades rusas que la deporten a su Uzbekistán natal para ser sometida a un tratamiento psiquiátrico.
La macabra niñera musulmana decapitó en febrero pasado a la pequeña de cuatro años, Anastasia Meshcheryakova, y aseguró en ese entonces que había obrado por orden de Dios, exhibiendo la cabeza seccionada de la niña en la calle, sin mostrar arrepentimiento por el brutal crimen.
Después de varios meses de prisión en la cárcel de Butyrka, Moscú, confesó que lamenta haber asesinado a la niña.
«Hice lo que no debía. Me arrepiento de ello», comentó desde la celda en donde se la escuchó gritar «Allahu Akbar» («Dios es grande», en árabe) y amenazar con inmolarse.
«Ahora estoy aquí, sin mis hijos ni nadie que me necesite», agregó.
Es poco probable que Bobokulova enfrente un juicio por asesinato, ya que los psiquiatras diagnosticaron que presenta desequilibrios mentales.
Sin embargo, hasta el momento, no ha habido una decisión final, ya que la policía logró que el juez de la causa le otorgara más tiempo para investigar posibles vínculos terroristas. (ECHA-Agencias)
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