MOSCÚ.– Rusia enviará una nave no tripulada a la Luna en 2021 en el marco del nuevo programa espacial aprobado hoy por el Gobierno, que incluye la posible construcción de una nueva estación orbital.
«En el marco de la segunda fase del programa lunar se planea poner en marcha en 2021 los vuelos no tripulados de la nave espacial de nueva generación que estamos desarrollando», anunció Ígor Komarov, director de la agencia espacial rusa, Roscosmos.
Ese lanzamiento tendrá lugar no desde la tradicional plataforma de lanzamiento de Baikonur en Kazajistán, sino desde el nuevo cosmódromo Vostochni, que se encuentra en Lejano Oriente y que será inaugurado próximamente.
De esta forma, Rusia, la primera potencia en enviar un hombre al espacio (1961), pero que nunca llegó a explorar la Luna con una misión tripulada, soluciona el dilema de centrarse en la conquista de nuestro satélite o en Marte.
Hace unos meses el consorcio estatal Energuia, el fabricante de las naves espaciales, ya había adelantado que Rusia enviaría una misión tripulada a la Luna en 2029.
En opinión de los especialistas rusos, el retorno a la Luna, que fue pisada primero por un estadounidense en 1969, es crucial para futuros vuelos interplanetarios.
Roscosmos decidió modificar su estrategia centrada en la conquista de Marte tras al estrepitoso fracaso en el 2011 de la misión del «Fobos Grunt» que se proponía extraer muestras en una de las lunas del planeta rojo.
Recientemente, se supo que Roscosmos y la Agencia Espacial Europa (ESA) podrían cooperar en un proyecto -Luna 27- que allanará el camino al retorno del ser humano a la Luna.
Se trata del envío de una nave no tripulada que analizará un área hasta ahora inexplorada del Polo Sur del satélite natural de la Tierra en busca de agua y materias primas para producir oxígeno y combustible.
Los científicos esperan que el lado oscuro de la Luna, que está escondido de los rayos solares, por lo que las temperaturas son muy bajas, contenga grandes cantidades de agua congelada, minerales y otras sustancias químicas que permitan garantizar la vida humana en la superficie lunar.
La extinta Unión Soviética suspendió su programa lunar inmediatamente después, con lo que puso fin a la carrera espacial durante la Guerra Fría.
Por otra parte, Komarov aludió hoy a la posibilidad de que el Gobierno ruso apueste también por construir una nueva estación orbital exclusivamente rusa, a imagen y semejanza de la MIR soviética.
EFE/Ignacio Ortega