El presidente ruso, Vladímir Putin, volvió a ponerse los patines este viernes para un partido benéfico de hockey sobre hielo y marcó diez tantos para júbilo de los presentes.
Putin, que admitió haber aprendido a patinar de mayor, llevó a su equipo a la victoria (14-7) en el partido disputado en Sochi, escenario de los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2014.
Con el número 11 a la espalda y jugando como delantero, el jefe del Kremlin se mostró imparable sobre la pista de hielo a sus 66 años.
El presidente ruso ya despidió 2018 jugando al hockey en la Plaza Roja, donde el Ayuntamiento de la capital instaló una pista de patinaje sobre el histórico adoquinado.
Putin se pone los patines varias veces al año para disputar partidos benéficos con las viejas glorias del deporte nacional por excelencia, como ocurrió en mayo pasado en Sochi, en el mar Negro, a un mes del inicio del Mundial de fútbol.
Gran aficionado al judo, el presidente suele jugar en el bando de las «Leyendas del hockey», con los que marcó cinco goles en el 2018 y siete el año anterior, lo que despertó la suspicacias de algunos medios sobre que los jugadores rivales no se atrevían a jugar duro contra el presidente.
Putin, conocido aficionado al esquí alpino y a la afición desde que llegara al Kremlin, participó por primera vez en este partido benéfico en el 2011, pocos meses después de que aprendiera a patinar.
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