WASHINGTON/EEUU.- La condena de un mes de cárcel y 20,000 dólares de multa se impuso a Alex van der Zwaan por mentir al FBI sobre los contactos de Robert Gates, exasesor del presidente, Donald Trump, con un hombre del Kremlin.
De esta manera la llamada trama rusa, la investigación abierta en origen para determinar si el mandatario y su equipo cooperaron con el Gobierno de Putin durante la campaña presidencial del 2016, inició su particular cuenta de condenados.
Alex van der Zwaan, un abogado conectado con Moscú por su condición de yerno de un oligarca ruso, fue sentenciado por los tribunales de Washington.
La condena se corresponde con el delito de mentiras a los agentes del fiscal especial, Robert Mueller, cuando fue interrogado por sus contactos con Rick Gates, asesor de Trump durante la campaña, y un misterioso hombre vinculado con la inteligencia rusa cuya identidad aún no ha sido desvelada formalmente.
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Tras reconocer en febrero sus falsedades a los investigadores, Van der Zwaan se había declarado culpable de los cargos.
Los investigadores del equipo de Mueller interrogaron a Alex van der Zwaan tras descubrir que en los meses de septiembre y octubre del 2016, en plena campaña presidencial, el abogado afincado en Londres había mantenido «comunicaciones directas» con Gates, a su vez socio de Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump, y con la que los documentos de Mueller llaman «Persona A».
Según The Washington Post, se trataría de Konstantin Kilimnik, quien trabajó en el pasado para la GRU, el servicio de inteligencia militar de Moscú.
Van der Zwaan negó entonces los contactos a los miembros del consejo especial pero, posteriormente, en su primera entrevista con Mueller, se retractó y admitió estar al tanto de las comunicaciones.
La forma en que se produjo la rectificación llevó a los investigadores a profundizar en los posibles vínculos entre Kilimnik y el equipo de campaña de Trump, a lo que hay que sumar la escasa colaboración que están encontrando en el supuesto exagente ruso.
Durante las pesquisas, los miembros del consejo especial descubrieron que Manafort se había entrevistado con Kilimnik en al menos dos ocasiones, cuando dirigía la campaña electoral del entonces candidato republicano.
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En esos contactos, Manafort mostró un especial interés en conectar con Oleg Deripaska, un oligarca ruso cercano al entorno del Putin.
Alex van der Zwaan, de 33 años, con su despacho en la capital londinense, conocía con bastante antelación a Manafort y a Gates. No en vano, fue uno de los abogados que hicieron posibles los opacos negocios que ambos realizaron en Ucrania con empresarios y políticos prorrusos, entre los años 2006 y 2016.
En la que se considera una de las principales investigaciones del fiscal especial hasta la fecha, sus actividades llevaron a Mueller a presentar distintos cargos contra ambos, entre los que se encuentran los de conspiración para el lavado de dinero negro, evasión fiscal y bancaria y actuar como agente extranjero no registrado.
En concreto, Manafort está acusado de evadir 30 millones de dólares mediante sociedades en paraísos fiscales y de lograr préstamos por valor de 25 millones presentando testimonios falsos. (ECHA – Agencias)