San Francisco salió este domingo a la calle para celebrar la fiesta del Orgullo y, pese a que este año la atención mediática se centró en Nueva York por el 50 aniversario de las revueltas del bar Stonewall, la urbe californiana se reivindicó como el «espíritu» del movimiento gay en EE.UU.
Miles de personas ataviadas con banderas arcoiris inundaron desde primera hora de la mañana las calles del centro de la ciudad, en torno a la arteria principal de Market Street, por la que circularon un sinfín de carrozas y entidades, además de empleados de las principales empresas tecnológicas de Silicon Valley.
Entre ellas se encontró Google, cuya presencia en el desfile se vio envuelta de polémica a lo largo de la semana cuando casi un centenar de sus empleados pidieron a los organizadores del desfile que excluyesen a la compañía de las celebraciones.
Los trabajadores consideraron que la empresa no ha respondido adecuadamente a sus peticiones para «mejorar sus políticas y prácticas en relación con el trato de las personas LGBTQ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales y «queer», es decir, que no se ajustan a los patrones de género)» ni al «acoso y odio» que sufren en YouTube y otras plataformas de Google.
Pese a ello, los organizadores del Orgullo decidieron que Google participase y su carroza desfiló junto a la de otras firmas como Amazon, Apple, Facebook y Uber, aunque eso sí, este año la comitiva de la empresa del buscador online fue la última de todas.
También hicieron acto de presencia en el desfile la alcaldesa de San Francisco, London Breed, así como el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, exalcalde de la ciudad.
«Aquí es donde empezó todo. Esta es la casa de la comunidad gay. Es importante celebrar y no olvidar lo que ocurrió en el pasado», dijo a Efe Cyril Veuss, un turista francés que acudió al desfile junto a su pareja y que aterrizó en San Francisco el sábado proveniente de París, donde también celebró el Orgullo.
«Este desfile es mejor que el de París. Es más cosmopolita y tiene un ambiente más festivo. Hay de todo: niños pequeños, padres, etc. En París el desfile se centra más en los miembros de la comunidad», explicó Veuss.
Desde los años sesenta del siglo pasado, San Francisco (y en particular uno de sus barrios más icónicos, el Castro) es un símbolo de la comunidad gay en EE.UU. y un artículo publicado en la revista «Life» en 1964 ya definió la urbe como «la capital gay» del país.
«Esta es la vigésimo séptima vez que acudimos al desfile. Estamos aquí por nuestro hijo, para mostrarle nuestro apoyo a él y a todos sus amigos homosexuales», explicó a Efe Jenni Goldstein, quien participó en el desfile junto a su marido.
«San Francisco es muy inclusiva con todo el mundo. Aquí nuestro hijo descubrió quién realmente es, así que es un lugar muy emocional para nosotros», indicó Goldstein, que pese a no vivir en la ciudad, acude a ella cada año con motivo del Orgullo junto a su esposo para visitar a su hijo y tomar parte en el desfile.
El evento tuvo que pararse durante unos minutos por la presencia de una docena de personas que se estiraron en el suelo e impidieron el avance de las carrozas para denunciar «la brutalidad policial» en EE.UU. y la presencia de grandes empresas en la celebración del Orgullo. EFE
Una marea de celebración invade Nueva York por 50 años del Orgullo Mundial https://t.co/n67mV9LcRD @AlbertoBelaunde @suselparedes #LoveIsLove #Pride2019 #OrgulloLGTBI #Orgullo2019 pic.twitter.com/rOE3rhstSL
— Crónica Viva (@cronica_viva) July 1, 2019