BRUSELAS.- El presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez, participa este viernes en Bruselas en una cena informal con otros cinco jefes de Estado que representan a populares, socialistas y liberales para hablar del reparto de altos cargos en la Unión Europea (UE) tras las elecciones de mayo.
Sánchez llegó poco después de las 19.00 horas (17.00 GMT) en coche y sin hacer declaraciones al Palacio d’Egmont, dónde se celebra esta primera reunión entre los negociadores designados por las principales formaciones políticas europeas para configurar la renovación institucional.
A la cena, auspiciada por el primer ministro belga, Charles Michel, asisten Sánchez y el primer ministro portugués, Antonio Costa, que son los negociadores de la familia socialdemócrata; los liberales Michel y el holandés Mark Rutte, y los primeros ministros de Letonia, Arturs Karins, y Croacia, Andrej Plenkovic, ambos negociadores del Partido Popular Europeo.
El objetivo es preparar la cumbre europea de los próximos 20 y 21 de junio en la que debería quedar acordado el reparto de las presidencias del Consejo Europeo, de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, así como la Alta Representación de la UE para la Política Exterior.
Sin embargo, el primer ministro croata, el único en hablar a su llegada, señaló que esta noche solo esperan conocer «las posiciones iniciales de cada uno» y subrayó que se trata de un encuentro informal que marca el inicio de un largo proceso.
Las elecciones europeas del pasado 26 de mayo dieron la victoria al Partido Popular Europeo, seguido de los socialistas, pero estas dos formaciones no alcanzan ya la mayoría absoluta que habían tenido hasta ahora en la Eurocámara.
Esto obliga a negociar con otras familias políticas, en particular los liberales, que quedaron terceros y reclaman un sillón en la cúpula comunitaria.
Sánchez, por su parte, ha defendido la necesidad de que los socialistas ganen peso en las instituciones de la UE, tras una legislatura en la que el PPE ha encabezado Comisión, Consejo y Parlamento.
El presidente español en funciones llega al encuentro tras haberse reunido ayer en Madrid con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dentro de la ronda de contactos que el dirigente comunitario está manteniendo con los líderes europeos para preparar la cumbre.
Hasta ahora, los primeros contactos los habían tenido solo socialistas y liberales, y hubo ya un almuerzo antes del último Consejo Europeo en el que participaron jefes de gobierno de esas dos familias, incluido Sánchez.
El presidente del Gobierno español además estuvo el pasado 28 de mayo en París cenando en el Elíseo con el presidente francés, Emmanuel Macron.
Ahora se suman por primera vez los populares europeos a estas conversaciones informales para tratar de consensuar el reparto institucional.
La dificultad del rompecabezas reside en la necesidad de conseguir un equilibrio político, geográfico -entre países del este, oeste, norte y sur-, demográfico -grandes y pequeños- y de género, que sea respaldado después por una mayoría cualificada reforzada de países (21 Estados con un 65 % de la población de la UE).
En la ecuación entra también la renovación de la presidencia del Banco Central Europeo, aunque de momento esta se ha separado del paquete inicial de cargos para que la elección se haga desde un punto de vista más técnico que político.
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