WASHINGTON.- El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, defendió hoy que «no hay ningún fundamento» para la destitución de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
«Debemos ir por el camino del respeto a los mandatos constitucionales y la honestidad de una persona, porque si hoy usted no tiene ninguna acusación, ninguna mancha que poner en términos de corrupción sobre la presidenta Dilma Rousseff, entonces no hay ningún fundamento, no hay ningún fundamento para avanzar en un proceso de destitución, definitivamente no», afirmó Almagro en declaraciones a periodistas.
El titular de la OEA se pronunció en este sentido tras ser preguntado por el trámite en Brasil para un juicio político a Rousseff, a la salida de la presentación del informe anual de libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
«Si hubiera una acusación bien fundada, como ha habido en otros casos en Brasil, entonces perfecto, se va por ese camino, pero hoy eso no existe, y es muy deshonesto plantearlo en estos términos», señaló.
Almagro defendió «el mandato constitucional» que le dio la ciudadanía a Rousseff (en las elecciones del 2014), que todos los ciudadanos son iguales ante la ley y que «los jueces están obligados por las leyes que aplican y ninguno está por encima de la ley».
«Si la presidenta tuviera la mínima acusación que pendiera sobre su honestidad, probablemente nosotros seríamos los primeros en marcar que debe dar un paso al costado, pero eso no existe», sostuvo.
«Nos tenemos que apegar a la norma y a la Constitución, porque es muy veleidosa la probidad de los hombres», agregó.
Rousseff volvió a calificar hoy de «golpe» los intentos de la oposición de desalojarla del poder por la vía del juicio político, ya que, en su opinión, no existen razones jurídicas que justifiquen ese extremo.
La mandataria sostuvo que tanto el proceso de juicio político como la insistencia de la oposición en una posible renuncia «son cosas que perjudican al país» e impiden la recuperación de la economía, que desde el año pasado ha entrado en una profunda recesión.