Los limeños nos damos el lujo de utilizar nada menos que 250 litros de agua por persona al día y esto porque solemos desperdiciar sin control este recurso, pese a vivir en una ciudad desértica.
Desperdiciamos al cepillarnos los dientes dejando el caño abierto, cuando tomamos duchas innecesariamente largas y no cerramos la llave mientras nos jabonamos, pero también cuando no nos preocupamos de arreglar un pequeño desperfecto en el inodoro o en el caño, lo que además se ve reflejado en la factura mensual con cobros adicionales.
«La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el uso de 150 litros por persona para vivir en condiciones óptimas, pero aquí increíblemente gastamos 250 litros», dijo a Andina el gerente general de Sedapal, al señalar que Lima es la ciudad desértica más grande de América.
Explicó que en la planta de La Atarjea se procesa 24 metros cúbicos por segundo en época de lluvias desde diciembre hasta abril pero durante el estiaje (mayo a noviembre) el río Rímac solo bota 10 metros cúbicos por segundo y solo el agua almacenada en las represas y lagunas de Sedapal permite cubrir el déficit.
«Si como lo ha anunciado el Senamhi en febrero las lluvias disminuirán, entonces vamos a ser afectados porque la principal fuente de agua de Lima y Callao es la cuenca del Mantaro, en la sierra Central y no tendremos la capacidad de almacenar lo que se necesita. Por eso es necesario que adoptemos una cultura del agua, que nos haga conscientes de que no debemos desperdiciarla», enfatizó.
ANDINA/Foto: publimetro.pe