LONDRES.- Su obsesión por los selfies llevó a la joven rumana, Anna Ursu, subir al techo de un tren para autofotografiarse acostada pero al posar levantando una pierna su pie hizo contacto con un cable de 27 mil voltios que la fulminó con una espeluznante explosión.
«Se convirtió en una bola de fuego», reseñó el diario inglés The Mirror en torno a la infortunada joven de 18 años, quien estaba ilusionada por tener una selfie muy especial para subir a su perfil de Facebook.
Ante la macabra escena, una persona puso su vida en riesgo para intentar rescatarla y logró quitarle la ropa en llamas a la víctima, que finalmente murió en el hospital.
Una de sus amigas, de 17 años, que también estaba en el techo del tren fue expulsada por la fuerza de la explosión.
La sobreviviente confesó que Anna Ursu «sólo quería tener la mejor selfie del mundo y no se dio cuenta del peligro que implicaba». (ECHA- Agencias)