En la segunda jornada de la Serie A italiana, Sampdoria y la Juventus empataron 0-0 en un partido marcado por la incapacidad de los dos equipos de animar la acción, si bien se esperaba más de la ‘Vecchia Signora’. La intensidad de su rival hizo caer en saco roto todas sus intentonas.
La ‘Juventus’ viajó a Génova con la confianza del resultado del primer partido ante el Sassuolo (3-0), pero los problemas de juego que ya evidenciaron en el estreno liguero, disimulados por Vlahovic y Di María en ataque, volvieron con más fuerza ante una Sampdoria que se creció de la mano de su afición en el estadio Luigi Ferraris.
Comenzó con intensidad el equipo local y, antes de que se cumplieran los primeros cinco minutos, ya generaron la más clara del partido cuando Leris encontró espacio entre Rugani y Bremer y estrelló un balón en el travesaño previo desvío de Perin.
Respondió la Juve pocos minutos después con una tentativa de Cuadrado, que decidió terminar él mismo la jugada en lugar de ceder a Vlahoivc en boca de gol, lo que provocó el enfado del serbio.
Sin embargo y pese a la clara ocasión que animó a los turineses, los hombres de Allegri continuaron mostrándose erráticos en la circulación y faltos de ideas con un sistema que, por el momento, parece no funcionar.
Vlahovic notó la falta del ‘Fideo’ Di María acompañándole en el ataque, mientras que su compatriota Filip Kostic, titular por primera vez por el carril izquierdo, buscó continuamente al ariete serbio con centros laterales bien defendidos por la más que solvente zaga genovesa.
Más de lo mismo en la segunda mitad. La Juve, atascado en juego, se encomendó a destellos individuales para resolver el partido, como el de Vlahovic en el minuto 65, cuando dejó sentado a su par con un recorte y cedió el tanto a Rabiot, que no falló desde la zona del punto de penal. Celebró el conjunto turinés, consciente del significado del tanto, pero la intervención del VAR anuló el tanto por fuera de juego del ariete serbio.
Intentó el DT Massimiliano Allegri tener más presencia ofensiva dando entrada a Moise Kean para acompañar a Vlahovic por el carril derecho, en lo que Gonzalo Villar debutó con su nuevo equipo para apuntalar el centro del campo.
Pasaron los minutos y se mantuvo el dominio estéril de la Juventus, incapaz de superar líneas con claridad ante la impresionante intensidad y precisión con la que todas las piezas de la Sampdoria saltaban a la presión, lo que obligó a los visitantes a abusar del balón largo, de nuevo bien defendido por la línea defensiva.local
En los minutos finales, los juventinos pudieron decantar la balanza e irse con un botín que hubiera sido demasiado premio después de ver cómo se desarrolló el partido, pero, con los tres pitidos del árbitro, se confirmó el pinchazo de un equipo que, de nuevo, se mostró sin ideas sobre el verde.