BERLÍN.- El riesgo de que se produzcan actos de violencia de extrema derecha en Alemania se ha incrementado en los últimos doce meses, según advirtió este martes el director de los servicios de inteligencia interior, Thomas Haldenwang, en una comparecencia parlamentaria.
La situación es hoy «más amenazante» que hace un año, alertó Haldenwang, que declaró hoy en Berlín ante el comité de Control Parlamentario del Bundestag, junto con los responsables de los servicios secretos militares y exteriores.
Haldenwang, que dirige la Agencia para la Protección de la Constitución (BfV) desde el año pasado, explicó que la escena ultraderechista es «mixta» y «heterogénea», y que la línea divisoria entre aquellos que defienden posiciones ideológicas y los que están dispuestos a emplear la violencia cada vez está más difuminada.
Los servicios secretos observan por ello muy de cerca a la «derecha alternativa», que engloba tanto a «representantes activos en el ámbito político», «hipsters identitarios», como a los conocidos como «Reichsbürger» o «ciudadanos del Reich», que rechazan reconocer las instituciones del Estado alemán.
El director de la BfV destacó también el papel del ámbito virtual en la radicalización de terroristas de extrema derecha como Stephen Balliet, que actúan en solitario pero al mismo tiempo «empotrados en una red ideológica».
Balliet asesinó a dos personas este mismo mes en la localidad de Halle (al sur de Berlín), mientras trataba de perpetrar una masacre en una sinagoga.
El director de los servicios de inteligencia interior, Thomas Haldenwang.
Haldenwang definió el perfil de este tipo de atacantes solitarios como el de «misioneros inspirados por sus antecesores, cuyo acto es la chispa para posteriores imitadores».
De acuerdo con un informe de la BfV para 2018, presentado en junio de este año, la cantidad de ultraderechistas observados por los servicios de inteligencia ha alcanzado una «cifra récord», situándose en 24.100 personas.
Debido a que la situación es «dinámica», los servicios secretos responden también con «dinamismo»; entre las medidas adoptadas, Haldenwang destacó la decisión de duplicar el personal de la agencia contratando a 2.900 nuevos empleados hasta 2021.
Por otra parte, el director de la BfV se refirió también en su comparecencia de hoy a la amenaza procedente del terrorismo islamista, que a su juicio se ha «estabilizado» en el último periodo.
«Desde agosto de 2017 no ha habido atentados islamistas en Alemania. No porque no hubiera personas dispuestas a cometerlos, sino porque hemos mejorado en prevención,» aseguró Haldenwang.
El funcionario también saludó «el hundimiento del pseudo-califato del ISIS (el grupo terrorista Estado Islámico en sus siglas en inglés)», remachado por la muerte de su dirigente Abu Bakr El Bagdadi el pasado fin de semana, aunque destacó que «la ideología sigue muy viva» y que Alemania «sigue estando en el punto de mira».
La postura de la BfV con respecto al terrorismo de extrema derecha no está exenta de polémica. El antecesor de Haldenwang al frente de la agencia, Hans-Georg Maaßen, fue relevado de su cargo en septiembre de 2018 en medio de acusaciones de simpatizar con la ultraderecha.
Entre otras controvertidas declaraciones, Maaßen había cuestionado la veracidad de las imágenes que mostraban agresiones de corte xenófobo en la localidad de Chemnitz (este del país).
El anterior jefe de la BfV tuvo que dejar su cargo tras el escándalo en torno al grupo terrorista Clandestinidad Nacional Socialista (NSU), que actuó durante años con impunidad sin que los asesinatos perpetrados fueran investigados como crímenes xenófobos.
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