Fue hace 22 años que el vóley profesional peruano no fue reconocido por la Federación Internacional de Vóleibol (FIVB), y peor aún, el vóley peruano no podía participar en torneos internacionales, continentales ni mundiales. El motivo, una “intromisión política gubernamental” en este deporte, por lo menos considerada así para la Federación Internacional de Voleibol, debido a una carta dirigida por el entonces jefe del Instituto Peruano del Deporte (IPD), Eduardo Schiantarellim que acreditaba a la Asociación Civil Deportiva Federación Peruana de Vóley como Federación representativa del país y habiendo otra Federación Peruana de Vóley, ambas inscritas en Registros Públicos y con juntas directivas vigentes que además reclamaban el derecho de organización ante el IPD y ante la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).
Todo nace a partir del 2 abril de 2001, cuando se publica en El Peruano la Resolución 140-2001-PE/IPD que obligaba a todas las Federaciones Deportivas Peruanas y Comisiones Deportivas Nacionales en vías de transformación a Federaciones Deportivas Peruanas, que adecuen sus estatutos a la Ley General del Deporte, Ley 27159, que fuera promulgada durante el gobierno de Alberto Fujimori en julio de 1999. Esta norma, no fue bien aceptada en los organismos internacionales, pues se observaba una clara intromisión política del gobierno peruano en organismos autónomos internacionales y que son afiliados libre y voluntariamente en condiciones de carácter privado.
Por esta razón, los dirigentes del vóley peruano se apresuraron a inscribir sus organismos deportivos y así constituir la Federación representativa igual como lo hacían los dirigentes de otros deportes. Pero, particularmente en el vóley peruano resultaron dos organismos inscritos en Registros Públicos que inicialmente entraron en un conflicto de “nunca acabar” y de no ceder hasta conseguir sus objetivos, en tanto, unos de los deportes más importantes y sus deportistas profesionales en franco desarrollo evolutivo veían perder oportunidades, tiempo y recursos.
El 21 de agosto de 2001 los Registros Públicos de Lima y Callao reconoce a la Asociación Civil Deportiva Federación Peruana de Vóley mediante partida registral 11314665 inscrita en el Registro de Personas Jurídicas, Constitución de Asociaciones con el título 0155270 y presidida por el señor Eugenio Maestri Isola, con una duración indefinida como organización y cuya junta directiva tenía vigencia de cuatro años, luego de varias observaciones y transcurrir del tiempo entre el entendimiento de las diferencias organizativas de Asociación y Federación, realizaron modificaciones a su estatuto para finalmente quedar como Federación Peruana de Voleibol. A su vez el 26 de diciembre de 2002 fue inscrita otra Federación Peruana de Voleibol mediante partida registral 11306879 y el título 00241799, inscrita por el señor César Vértiz quien reemplazaba a Carmen Pimentel en la presidencia de este organismo. Aquí cabe la pregunta: ¿Cómo la oficina de Registros Públicos del Perú podía registrar dos organismos que tienen la misma denominación? Entonces aquí yace el problema generado ante organismos internacionales y nacionales por reconocer a la verdadera Federación representativa del país.
Por estas razones, la Federación Internacional de Vóleibol (FIVB) mediante una carta firmada por el doctor Rubén Acosta quien era presidente de dicho organismo deportivo internacional dirige al entonces jefe del IPD doctor Eduardo Schiantarelli, la comunicación fechada el 18 de setiembre de 2001, donde observa la condición del vóley peruano, plantea observaciones y molestias y ratifica su posición expresando sobre el voleibol peruano los siguiente: “Muy señor nuestro, hemos recibido su fax de fecha 12 de setiembre de 2001, en el cual nos anexa la publicación del reconocimiento que ustedes otorgan a una Asociación Deportiva de Voleibol como Federación Deportiva Peruana. Lamento ratificar a usted que esta Federación Internacional no está autorizada a aceptar intervenciones en la gestión de federaciones nacionales, por lo que agradecemos tomar nota de lo siguiente: La FIVB no puede reconocer ninguna Federación Nacional de Voleibol mientras el Instituto Peruano del Deporte o cualquier otro órgano gubernamental tenga autoridad para intervenir en la administración de la Federación de Voleibol.
«En el momento en que el deporte peruano garantice la libertad administrativa y de gestión como Asociación Civil de nuestra Federación Nacional sin la amenaza de desconocimiento por parte de ese Instituto o de algún otro ente gubernamental, entonces procederemos a reconocer la Federación Peruana que Preside el señor César Vertiz Mezzano, ninguna otra Asociación podrá ser reconocida para representar a Perú en el seno de la FIVB”
Entonces, suspendieron al Perú para toda representación del vóley en torneos internacionales, es decir, las selecciones peruanas de vóley no podían participar de certámenes continentales ni mundiales de vóley en todas sus categorías desde 2002 hasta 2004 en el que “solucionaron” al unificar en una sola Federación la representación deportiva.
Pero no todo es un tema de organización y representación, pues la competencia nacional de vóley profesional, organizada por la Federación Peruana de Vóley, resultó afectada por estos acontecimientos.
La Federación Peruana de Voleibol fue fundada en 1942, pero por temas de organización y representación, realizaban campeonatos con poca concurrencia e interés. Ya en 1965, la Federación a través de la División Superior Nacional de Vóleibol (DISUNVOL) organizó los torneos más importantes del vóley profesional en nuestro país, que permitió clasificar al equipo ganador al Campeonato Sudamericano de Clubes de Voleibol Femenino y tener seleccionadas nacionales que alcanzaron la gloria en 1988, durante las Olimpiadas de Seúl, en Corea del Sur. Seguramente, todos recuerdan o revisan la historia deportiva del seleccionado de vóley al destacar aquel partido memorable contra Rusia al ser campeón de vóley, la mañana del 29 de setiembre de 1988. Rusia se llevó 132 medallas de los XXIV Juegos Olímpicos, siendo el país más medallero del certamen.
De ser una potencia mundial en el vóley, 14 años después, tuvimos la desgracia de ser suspendidos y perder el nivel, hegemonía y representación que hasta ahora nos cuesta recuperarla.
Ya el 2004 se organiza el campeonato nacional a través de la Liga Nacional Superior de Voleibol del Perú a través de la Federación Peruana de Voleibol siendo campeona el club Regatas Lima que además tiene 8 campeonatos a lo largo de esta etapa. El 2020 por efectos de la pandemia del covid-19 el vóley profesional tuvo una interrupción, pero en noviembre y diciembre del mismo año, la Federación organizó la primera Copa Nacional de Vóley con el fin de darle continuidad y reactivación a la Liga Nacional siendo campeona el Club Jaamsa de Comas.
Este año, 22 años después de aquel infausto episodio, la Liga Nacional Superior de Voleibol del Perú a través de la Federación Peruana de Voleibol realizó la final de clubes de vóley profesional en el polideportivo de Villa El Salvador, con un lleno total de público, donde se desarrolló la definición del campeonato en partido de “extra game”, es decir un tercer partido para definir a la monarca del torneo, resultando el club Alianza Lima campeón del certamen 2023-2024, obteniendo por primera vez este galardón en lo que va la Liga Nacional Superior de Vóleibol y la cuarta vez desde que se realiza los campeonatos de clubes a nivel profesional. Alianza Lima no había obtenido el título nacional desde 1993, aun cuando quedó subcampeona hasta en tres oportunidades.
Seguiremos revisando el palmarés del vóley y otros deportes.
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