LONDRES/Reino Unido.- Las fuerzas de seguridad del Reino Unido establecieron que 850 ciudadanos británicos se unieron a grupos terroristas en Medio Oriente y señalaron que tras un atentado frustrado en 2009 se mantenían en alerta a las autoridades.
Ian Hopkins, jefe de la Policía de Manchester, señaló que se cree que el atacante fue un lobo solitario que murió en la escena, aunque se está tratando de establecer si el atacante formaba parte de una red terrorista de envergadura.
No obstante explicó que hay buenas razones para temer las operaciones de los grupos terroristas y los lobos solitarios de inspiración religiosa y autorradicalizados en el Reino Unido.
El jefe de la Policía de Manchester, Ian Hopkins, señaló que 850 británicos se han unido a grupos terroristas yihadistas como el Estado Islámico.
En agosto del 2014, la premier británica, Theresa May, que en ese momento era secretaria del Interior, elevó el nivel de amenaza terrorista en el país a «severo», lo que significaba que era muy probable un ataque.
Ese nivel de amenaza —uno por debajo de «crítico», que significa un ataque inminente— se planteó en respuesta a las advertencias por el peligro planteado por los yihadistas británicos que regresaban de los combates en Siria e Irak.
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Las agencias de inteligencia británicas estiman que aproximadamente 850 personas del Reino Unido viajaron a Siria e Irak para luchar o apoyar a las organizaciones yihadistas allí. En febrero de este año, alrededor de la mitad había regresado, según la cadena británica BBC Mundo.
En marzo, funcionarios de seguridad dijeron que se estaban preparando para el regreso de cientos de combatientes más, mientras el Estado Islámico pierde territorio, especialmente la ciudad fortaleza de Mosul, en Irak, y Raqqa en el norte de Siria.
«Es posible que regresen adoctrinados, profundamente peligrosos y dañados», dijo una fuente del Gobierno a The Guardian.
En noviembre del 2015, un juez de la ciudad de Nueva York encarceló al pakistaní Abid Naseer por 40 años por un complot de ataques masivos suicidas con bombas en Manchester el 2009. Naseer, de 29 años, extraditado a Estados Unidos para ser juzgado, fue arrestado después de que los servicios de inteligencia interceptaran comunicaciones que sugerían que estaba a dos días de un ataque en el centro comercial Arndale de Manchester un fin de semana de Pascua.
La trama consistía en un atentado con coche bomba al lado del centro comercial, con subsiguientes ataques suicidas en lugares separados y dirigidos a los que huían de la explosión inicial. Otros nueve ciudadanos pakistaníes en las ciudades de Liverpool y Manchester fueron detenidos junto a Naseer.
Mark Rowley, el oficial más antiguo en la lucha contra el terrorismo de Gran Bretaña, dijo en marzo de este año que el Reino Unido había frustrado 13 atentados terroristas desde el asesinato de Lee Rigby, un soldado apuñalado a muerte en las calles del sudeste de Londres en el 2013. Algunos de esos ataques habrían sido de la escala de los que se llevaron a cabo en París el 2015 y Bruselas el 2016.
Mientras que los servicios de inteligencia del Reino Unido tienen un fuerte historial de anticipar ataques terroristas —recibidos en parte a través de la experiencia de tratar con el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés) durante los años 1970 a 1990—, el excomisionado de la Policía Metropolitana, Bernard Hogan-Howe, escribió en agosto del año pasado que se trataba de «cuándo no ocurriría» un ataque en Gran Bretaña.
En marzo, el británico Khalid Masood arremetió con un automóvil contra peatones cerca del Parlamento británico antes de apuñalar a un oficial de policía en un ataque que dejó cinco muertos, incluido él mismo. El mes pasado, otro ataque cerca del Parlamento fue frustrado después de que la policía armada se abalanzara sobre un hombre que llevaba cuchillos. (ECHA – Agencias)