BUENOS AIRES.- El líder de la Central de Trabajadores Autónoma (CTA de los trabajadores), Hugo Yasky (c.), calificó hoy de «insuficiente» y «mezquino» el bono a fin de año que el gobierno argentino negocia implementar con la patronal y representantes sindicales.
En declaraciones a Radio 10, Yasky opinó que la asignación de este bono es una estrategia del Ejecutivo de Mauricio Macri para no discutir la apertura de paritarias -como se denomina en Argentina a la negociación anual por la subida de salarios- y para no afrontar el compromiso de readmitir a los empleados públicos despedidos.
Tras reunirse el pasado miércoles con algunos líderes de la Confederación General del Trabajo (CGT), el gobierno anunció una mesa de diálogo con empresarios y sindicatos para discutir la creación de puestos de empleo y la posible concesión del bono extra para los trabajadores.
Ambos puntos son los principales reclamos de los sindicatos argentinos, que amenazan al gobierno con celebrar una huelga general en el país.
No obstante, para Yasky la medida es un «paquetito de humo», ya que, a su juicio, «ningún docente del país ni ningún trabajador del sector público provincial o municipal» va a cobrar nada, por lo que consideró que el Ejecutivo no está asumiendo «completamente nada».
«El sector de la CGT que fue a la reunión se acomodó a esa agenda corta del gobierno y aceptó la propuesta del bono, que se cobra sólo una vez», denunció el dirigente sindical, quien criticó a los dirigentes sindicales que se reunieron con Macri de estar «del lado de los empresarios y no de los trabajadores».
Preguntado si cree que la mesa de diálogo servirá para frenar la huelga general, el sindicalista aseguró que desde su formación se van a reunir con la otra rama de la CTA y con el sector de la CGT crítico con la evolución de las negociaciones con el gobierno para convocar una jornada nacional de lucha a finales de octubre.
«El gobierno sabe que si se enfrenta con cualquiera de estos sectores no le sería tan fácil», insistió Yasky, al tiempo que consideró que en las provincias «se va a sincerar que estos bonos no existen».
«Los gobernadores se van a encargar de demostrarlo», zanjó.
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