DAMASCO.- El gobernante sirio, Bashar Al Assad, admitió este miércoles haber sufrido recientes «reveses» de sus bastiones claves en la guerra con los rebeldes que tratan de derrocarlo, pero negó que sus fuerzas militares se encuentren en peligro.
Durante una visita a una escuela en Damasco para conmemorar el Día de los Mártires, Bashar Al Assad prometió, sin embargo, que el ejército se recuperará tras los intensos combates que mantienen en el norte del país.
“Es normal tener idas y vueltas, ganancias y pérdidas, avances y retrocesos. Todo fluctúa excepto una cosa, que es la fe en el soldado y su convicción sobre la victoria definitiva. Por eso, cuando ocurren reveses, es nuestro deber como sociedad impulsar la moral del soldado y no aguardar que él impulse la nuestra. Es un movimiento mutuo», agregó.
Foto: BBC Mundo
Bashar Al Assad rechazó las especulaciones periodísticas , en el sentido de que sus fuerzas están en peligro, por considerarlas «propaganda» y aseguró que no está preocupado.
La sorpresiva admisión de derrota se produce después de una serie de avances de la oposición en el norte y en el sur que desalojaron a las fuerzas del dictador sirio de algunas de sus posiciones.
Los analistas consideran que los golpes debilitaron la noción de que Al Assad está camino a derrotar la rebelión que lleva ya cuatro años. También socavan la afirmación de que su gobierno constituye un foco de resistencia al grupo extremista Estado Islámico, que a su vez había eclipsado a los rebeldes en el último año..
Las fuerzas del gobierno se retiraron de la ciudad de Idlib, en el norte, después de ser desalojadas por los rebeldes opositores a fines de marzo, a los que siguieron la ciudad estratégica de Jisr al-Shughour y la base militar de Qarmeed la semana pasada.
Sus soldados se encuentran acosados en los pocos bastiones que mantienen, incluso el hospital nacional de Jisr al-Shughour, donde están parapetados desde que los rebeldes ocuparon la ciudad el 25 de abril. (ECHA- Agencias)