RAQQA.- Tras ser secuestradas por los terroristas para ser esclavizadas sexualmente y vendidas, las mujeres yazidíes ahora regresan como combatientes, listas para ir al frente de guerra y perseguir a sus verdugos.
Las Unidades de Protección de Mujeres se encuentran listas para marchar en primera fila al frente en la ciudad Siria de Raqqa, exbastión de los yihadistas que se baten en retirada tras las derrotas sufridas en las últimas semanas.
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Heza fue vendida «como esclava sexual» por los terroristas del Estado Islámico precisamente en Raqqa, donde ahora está de vuelta como combatiente yazidí , con uniforme militar y una pañoleta verde bordada con flores en la cabeza,
«Nos llevaron como a ovejas, nos persiguieron y humillaron en estas mismas calles», añade señalando con el dedo una serie de casas destruidas por los combates en Meshleb.
Este barrio del este de Raqqa fue el primero en caer en manos de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdoárabe que intenta expulsar al ISIS (por sus siglas en inglés) de su bastión del norte de Siria.
«Tomar las armas me ha ayudado a evacuar algunas angustias», dice rodeada de combatientes yazidí, una minoría de habla kurda, en una casa abandonada en Meshleb.
«Pero mi corazón seguirá lleno de venganza hasta que no hayan sido todas liberadas», afirma la joven.
Ella y sus dos hermanas forman parte de las miles de niñas y mujeres yazidí secuestradas por el Estado Islámico después de la ocupación en 2014 de la región de Sinjar, en el noroeste de Irak.
Las jóvenes fueron vendidas y cambiaron de manos en el «califato» proclamado por el ISIS en las regiones conquistadas de Siria y el vecino Irak. Alrededor de 3.000 siguen en cautiverio. (ECHA- Agencias)