EL CAIRO.- Los rebeldes sirios se preparan hoy para dar acceso a las fuerzas gubernamentales a los manantiales que abastecen de agua a Damasco, donde el suministro está cortado desde hace un mes, dentro de un acuerdo para pacificar el valle del río Barada.
Las fuerzas insurgentes izaron la bandera siria en la localidad de Ain al Fiya, donde se encuentran los manantiales, como un gesto de buena voluntad hacia Damasco, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG indicó en un comunicado que las fuerzas gubernamentales todavía no han entrado en el manantial, aunque están dispuestas a hacerlo en las próximas horas.
La facción rebelde Ejército Libre Sirio (ELS) afirmó, por medio de Twitter, que sus fuerzas están preparadas para garantizar la seguridad de los oficiales rusos y de los equipos de mantenimiento que trabajarán en reparar la planta de bombeo de agua a Damasco.
El responsable negociador del gobierno en la zona, Ali Mohamed Yousuf, afirmó a la agencia SANA que las partes llegaron a un acuerdo para que los grupos armados rebeldes abandonen la ciudad de Ain al Fiya.
Los rebeldes se desplazarán a la localidad de Deir Moqrin, en la región del Rif Damasco, en la periferia de la capital y que está bajo el control de los opositores.
Ambas partes firmaron un acuerdo para pacificar el valle del Barada y para reparar las instalaciones del manantial el pasado día 11, que contempla la entrega por parte de los combatientes de sus armas pesadas y la entrada del Ejército en la zona para limpiarla de minas y de otros artefactos explosivos.
El pacto no fue cumplido hasta ahora y las fuerzas gubernamentales, apoyadas por las milicias libanesas de Hizbulá, continuaron las operaciones militares en el valle a pesar de la tregua que está en vigor en todo el país desde el 30 de diciembre.
EFE/Foto: zonacero.com