LISBOA.- El Partido Socialista confirmó hoy la amplia victoria obtenida en las elecciones municipales de este domingo, en las que logró, con casi la totalidad del recuento finalizado, el 38,01 % de los votos y más de la mitad de los ayuntamientos del país.
Con el 99,8 % escrutado, los socialistas se imponen de nuevo como los más votados en las elecciones locales, ya que gobernarán en 157 de los 308 ayuntamientos de Portugal.
El partido liderado por el primer ministro, Antonio Costa, mejora además los datos de 2013, cuando consiguió el 36,3 % de los votos y 150 municipios.
Uno de sus mayores éxitos ha sido la alcaldía de Lisboa, bastión de esta formación que seguirá en manos del socialista Fernando Medina (foto) -aunque sin mayoría absoluta- con el 42 % de los votos, algo menos de lo que le otorgaban los sondeos en días previos.
Mientras, el segundo partido de Portugal, el socialdemócrata PSD (centroderecha) firma el peor resultado en unas municipales en décadas al obtener un 16,1 % de los votos, 79 ayuntamientos, frente al 16,6 % y los 106 ayuntamientos en los que gobernó (con victoria en solitario y coaliciones) hace cuatro años.
También para el PSD Lisboa ha sido una alcaldía importante en esta cita, pero por motivos totalmente opuestos a los socialistas: retroceden en la capital de la segunda a la tercera posición, con apenas el 11,23 % de los votos.
Mientras, en la otra gran ciudad de Portugal, Oporto, se impuso como vencedor con mayoría absoluta el independiente Rui Moreira (44,4 %), seguido del socialista Manuel Pizarro (28,5 %) y el candidato del PSD, Alvaro Almeida (10,3 %, menos de la mitad que hace cuatro años).
Con estos resultados, el líder del PSD y ex primer ministro Pedro Passos Coelho, ha prometido una «reflexión personal», tras ser cuestionado por «pesos pesados» de su propio partido.
El presidente de Portugal, el conservador Marcelo Rebelo de Sousa, comenzará a recibir esta tarde a representantes de los partidos políticos para analizar el resultado de estos comicios, los primeros después del terremoto político de hace dos años, cuando Costa formó gobierno con una inédita alianza con la izquierda radical.
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