ESTOCOLMO– En una moderna versión de La Cenicienta, la bella exmodelo hot , camarera y estrella de un reality show, Sofía Hellqvist, protagonizará este sábado un cuento de hadas del siglo XXI al casarse con el príncipe Carlos Felipe de Suecia.
A los 30 años la exprofesora de yoga, cuyas imponentes imágenes circulan en Internet, se caracteriza por su radiante sonrisa de dientes separados, además de ser una sensual morocha y de porte elegante.
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Su prometido, de 36 años, es el segundo hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia. El también duque de Värmland es el tercero en la línea de sucesión al trono, por detrás de su hermana mayor, la princesa Victoria, y de la hija de ésta, la princesa Estela.
El futuro matrimonio es recibido con euforia porque «permite unir a la familia real con el pueblo y reforzar el sentimiento de comunidad», señala la historiadora Louise Berglund, entrevistada por la agencia de prensa sueca TT.
Felipe y Sofía, pareja cercana y conocida por llevar un estilo de vida sano, quieren proyectar una imagen de realeza moderna y abierta, y se les puede ver a menudo haciendo ejercicio por la ciudad o pidiendo pizza para llevar en el barrio de moda de Estocolmo.
El pasado sexy
La futura princesa tiene un pasado sexy que, desde el 2010, empezó a revelarse cuando se hizo público el romance con el príncipe Carlos Felipe, porque cinco años antes había saltado a la fama después de participar en el reality show Paradise Hotel.
Sofía Hellqvist, quien creció en una familia de clase media junto a sus dos hermanas en una pequeña ciudad del centro de Suecia, posó desnuda con 20 años para la revista sueca masculina Slitz.
Los medios no tardaron en difundir las fotos después de que se anunció el compromiso entre la pareja en junio de 2014. Sin embargo, las imágenes provocaron muy poco revuelo, al igual que el piercing de su ombligo.Por el contrario, sus tatuajes fueron más criticados y la prensa sueca especula que la familia real podría haberle pedido incluso que se los quitara.
«Es una lástima t0do lo que se escribe aún sobre esto», declaró Sofía Hellqvist en un documental sobre la familia real emitido en enero en la televisión sueca. «Estas fotos me las hicieron hace 10 años y después he continuado con mi vida», señaló.
«No me arrepiento de nada. Todas estas experiencias han hecho de mí la persona que soy, aunque a día de hoy no volvería a hacerlo», declaró bajo la cómplice mirada de su prometido.
En 2005, Sofía Hellqsvit se mudó a New York, donde estudió contabilidad y trabajó como profesora de yoga y camarera antes de volver a Suecia. «Puedo decir que he vivido mi vida al 100%», declaró en el documental.
En 2010, cofundó con un amigo la ONG Project Playground para ayudar a los niños desfavorecidos en Sudáfrica, después de haber trabajado como voluntaria en varios países del continente africano. Dejó su cargo en la ONG en marzo para centrarse en su nueva función de princesa, título que obtendrá junto al de duquesa de Värmland después de la boda del sábado en Estocolmo.
Al contrario que su cuñado, Chris O’Neill -empresario casado con la princesa Magdalena de Suecia-, que suele menospreciar los acontecimientos reales, Sofía Hellqsvit es popular entre los suecos, que admiran de ella su franqueza y compromiso. (ECHA- Agencias)