Sporting Cristal y su peor pecado para ser eliminado: No ganar en Lima (ANÁLISIS)

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Sporting Cristal cometió pecados capitales en su agridulce campaña para quedar eliminado finalmente de la Copa Libertadores. La peor de todas, no ganar un solo partido de local cuando bien se sabe que la casa se respeta.

Contra Guaraní tenía la mesa servida para pasar a octavos de final después de 10 años de no lograrlo pero el empate no le sirvió de nada. Fue un empate con sabor a arena en los labios. Un nuevo lamento, de los muchos que se suman alrededor del fútbol peruano.

Sporting Cristal tuvo su mejor pico de soberana astucia al ganar a Racing 2 a 1 en el Cilindro pero esa actuación fue un oasis en medio del desierto porque en la vuelta el equipo de Gabriel Milito ganó 2 a 0 y se desperdició en Lima la ocasión precisa de afianzarse en el Grupo 8.

En Lima igualmente se perdió parte de la clasificación con el empate con Deportivo Táchira (1 a 1) desperdiciando la suma de tres puntos que ahora lamenta y llora no haberlos logrados. Fue aún más doloroso porque hubo un penal en el último minuto que Renzo Sheput no pudo convertir.

En su salida a San Cristóbal para el partido de vuelta con el equipo llanero tampoco pudo con el más débil del grupo 8. Un nuevo empate para esfumarse la posibilidad de afianzarse en la tabla.

Así, llegó el partido del sustento para alcanzar la clasificación para los octavos de final. Y tampoco pudo. El empate no era el objetivo. La única opción posible era el triunfo y no lo pudo lograr.

Ya en el sosiego luego de la tempestad, Sporting Cristal puede darse por enterado que está lejos de una grandeza que en su creencia afiebrada soñaba tener pero Guaraní se encargó de quitarle la careta. (Hugo Laredo Medina).

 

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