BUENOS AIRES.- El anuncio del final del operativo de búsqueda de sobrevivientes del submarino ARA San Juan, provocó dramáticas escenas de dolor y desesperación entre los familiares de los 44 tripulantes que se hallan en la nave siniestrada.
Justo en el momento en el que Enrique Balbi, vocero de la Armada, empezaba a dar el parte oficial en el que aseguró que ya no habría rescate posible de lossubmarinistas que se embarcaron en el ARA San Juan, unos diez familiares acongojados salieron del edificio del Casino de Oficiales de la Base Naval de Mar del Plata.
Susana Alvarez, amiga de la familia del suboficial segundo Celso Oscar Vallejos, dijo al salir de la base: «Les quiero pedir a ustedes que insistan con que siga el rescate porque hay gente con fe de que todavía hay gente con vida».
Consultada sobre cómo el contraalmirante Gabriel González les comunicó la noticia, se mostró muy nerviosa. «No encuentro las palabras justas».
Una mujer tuvo que ser rápidamente consolada, y enseguida abandonaron la base naval tres autos en los que viajaban familiares, también visiblemente dolidos y compungidos. Ninguno quiso hablar con los periodistas que, desde hace dos semanas, hacen guardia en el lugar.
Aunque se desconoce el número de familiares presentes en la base a la que el ARA San Juan debía llegar desde Ushuaia, el miércoles habían sido unos 80 los que esperaron allí las noticias oficiales.
Otros ya habían decidido volver a sus casas, especialmente luego de que la Armada confirmara, hace una semana, que en la ruta que debía seguir el submarino se había detectado un «evento anómalo violento consistente con una explosión». (ECHA- Agencias)