JOHANNESBURGO/Sudáfrica.- El principal partido de la oposición sudafricana anunció hoy la suspensión de su líder histórica, la gobernadora del Cabo Occidental, Helen Zille, por negarse a pedir disculpas por tuitear que el colonialismo no solo tuvo aspectos negativos.
«Los comentarios en las redes sociales y las declaraciones públicas de la señora Zille respecto al colonialismo socavan nuestro proyecto de reconciliación nacional», escribió en un comunicado Mmusi Maimane, el máximo dirigente del partido, la Alianza Democrática (AD).
«No hay duda de que los tuits de Zille y sus justificaciones posteriores han dañado nuestra imagen entre el público», agregó Maimane, quien explicó que la veterana política está «suspendida de participar en cualquier actividad del partido hasta que concluya el proceso disciplinario» contra ella.
Zille, de 66 años, ha denunciado que la decisión de suspenderla antes de que acabe esta investigación vulnera las reglas internas del partido, y ha negado que rechazara disculparse por su tuit.
«Me he disculpado públicamente. Lo que no he aceptado es declararme culpable de un cargo de mala conducta que no he cometido», afirmó Zille en un comunicado.
Tras declarar la afectada que no aceptaba la suspensión, el partido le ha dado 72 horas para recurrirla.
El tuit de la discordia fue escrito por Zille en marzo, y rezaba así: «Para quienes dicen que el legado del colonialismo fue SOLO negativo, que piensen en nuestra justicia independiente, la infraestructura de transportes, el agua canalizada, etc.».
«Pido disculpas sin reservas por un tuit que pudo entenderse como una defensa del colonialismo. No lo era», escribió en la red Zille poco después de que saltara el escándalo.
La antigua líder de la oposición fue duramente criticada por el oficialista Congreso Nacional Africano (CNA) y por el mismo Mmusi Maimane.
Zille, que es de raza blanca, contraatacó luego señalando que pesos pesados del CNA como Nelson Mandela también reconocieron el valor de algunas aportaciones coloniales a África, y atribuyó la indignación general en su contra al sentimiento «antiblanco» que a su juicio vive el debate público sudafricano.
Los sectores más liberales de la AD acusan a la nueva dirección de renunciar al tradicional liberalismo de la formación y adoptar cada vez más políticas identitarias con el objetivo de ganar votos entre la mayoría negra.
La parte de la AD más joven y escorada a la izquierda ve en Zille y otras «vacas sagradas» blancas un obstáculo para el crecimiento del partido, que sigue controlando Ciudad del Cabo y el Cabo Occidental y en las municipales de 2016 ganó las alcaldías de Johannesburgo, Pretoria y Port Elizabeth.
EFE/Foto: thesouthafrican.com