ESTOCOLMO.– Este domingo los suecos acuden a las urnas por las elecciones legislativas que se espera, sea una de las contiendas más impredecibles y trascendentes del país escandinavo en décadas, en medio de un acalorado debate sobre inmigración.
Los comicios serán los primeros en realizarse desde que el gobierno permitió en el 2015 que 163,000 migrantes ingresaran al país de 10 millones de habitantes. Aunque son muchos menos migrantes de los que Alemania acogió en ese año, fue la cantidad más grande per cápita de cualquier país europeo.
“Estas elecciones son un referendo sobre nuestro bienestar, también son sobre la decencia, sobre una democracia decente… y sobre todo no dejar que los Demócratas Suecos, un partido extremista y racista, obtenga alguna influencia en el gobierno, ”, dijo el primer ministro Stefan Lofven.
Alrededor de 7.5 millones de votantes elegirán entre casi 6,300 candidatos para un mandato de cuatro años en el Riksdag, o la asamblea legislativa, de 349 escaños. Es poco probable que un solo partido consiga la mayoría, o 175 escaños.
La encuesta de opinión más reciente, realizada por Novus para la transmisora SVT, insinuó el pasado viernes que el gobernante Partido Socialdemócrata podría perder de forma significativa escaños, pero de igual forma emergerá como el partido con más votos, con un estimado del 24.9 por ciento de las papeletas.
De concretarse, sería un mínimo histórico para el partido tradicional de izquierda, que ha dominado la política sueca en la época posterior a la Segunda Guerra Mundial. (ECHA- Agencias)