ARABIA.– El Atlético Madrid volvió a morir en la orilla cuando avistaba la conquista de un título que reafirmara una idea y refrendara el nuevo proyecto de Diego Pablo Simeone.
De nuevo en los penaltis y otra vez contra el Real Madrid de Zinedie Zidane el conjunto rojiblanco se topó con el destino cuando tenía todo tan al alcance como lo tenía su rival. No atinó y el cuadro colchonero regresa a Madrid de vacío. Aspirante para competir, pero sin éxito.
Simeone demostró que la reiteración en la fórmula y la fe en su discurso pueden aproximarle al triunfo. Son milímetros, tal vez detalles, lo que separan la culminación de la propuesta. Y de nuevo lo tuvo cerca.
Yeda plasmó que en el conjunto rojiblanco la transición no existe. Desde que el Cholo llegara a finales del 2011 y se hizo con las riendas del equipo el club ha dado un salto notable. No es habitual una temporada de vacío. O su presencia en el momento decisivo.
El King Abdullah Sports Center mostró el coraje de un grupo infatigable aferrado a la épica para dar la vuelta a un partido ante un rival como el Barcelona en solo diez minutos y ser capaz después de hacer frente punto por punto al equipo que en más forma llegaba al torneo, el Real Madrid, que solo fue capaz de resolver la situación desde el punto de penalti.
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Diego Pablo Simeone se cargó de razón en la nueva Supercopa. Capaz desde hace tiempo de mirar a la cara a las grandes potencias del fútbol del Viejo Continente dio un paso más en un proyecto que está más asentado.
Después de un comienzo esperanzador en el que todo eran victorias, con un plantel enormemente remozado, se sostuvo a pesar del lastre negativo que la competición le ofreció. Resultados adversos en la liga o en la Liga de Campeones que pusieron en entredicho el trabajo.
Ha enlazado el Atlético Madrid cinco victorias seguidas y acumula siete choques sin perder. En Yeda tuvo el sexto triunfo continuado seguido. Pero se quedó en puertas.
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Arabia Saudí, sin embargo, acentuó las dudas sobre su gran fichaje del curso, el portugués Joao Felix. El luso no termina consolidarse. Tuvo un arranque prometedor y ahora está estancado. No acaba de dar el paso al frente que se espera el hombre de los más de 120 millones de euros llamado a cubrir el vacío dejado por la marcha de Antoine Griezmann.
Es el Joao Felix el lado oscuro del conjunto rojiblanco en la Supercopa, que reafirmó, por todo, a Álvaro Morata y proporcionó un panorama alentador a Marcos Llorente, otra incorporación, poco tenido en cuenta, plagado de valores para lo que resta de temporada.
Y sobre todo Oblak, la bandera del equipo que nunca falla y que es más que decisivo para que la plantilla progrese, aunque se quede en puertas.
EFE