Susana Baca: «Mi voz es también la voz del pueblo»

shadow

 

Reconocida como la gran dama de la música afroperuana, además de ser una defensora de la cultura en todas sus expresiones, la cantante Susana Baca afirmó en una entrevista con Efe que «al tener la posibilidad de ser escuchada por el mundo» su voz representa también «a la del pueblo».

En el distrito limeño de Chorrillos, donde pasó su infancia, Baca recordó a los 72 años su inicio en la música, salpicado por episodios de racismo que, en lugar de detenerla, la motivaron a difundir y defender la música y sus raíces afroperuanas.

«Creo que el primer signo de racismo lo viví en la escuela. Yo era la artista del colegio y cuando llegó una nueva profesora de baile me presenté a la audición segura de que me elegiría, pero no lo hizo. Yo creo que había hecho bien las cosas», contó Baca.

La también compositora dijo que a «aquel triste episodio de su niñez» le siguió «la decepción y el conflicto interno» que le produjo no poder asistir al Conservatorio Nacional de Música porque otra alumna fue enviada en su lugar a pesar de que ella había ganado una beca para ese centro.

Baca explicó que no comprendió que «tenía que luchar» contra todo, hasta que le contó a su madre lo sucedido, y es que «por ser negra y mujer» tenía que «ser el doble de buena, y estar por encima del nivel esperado».

Con el paso de los años, el talento y esfuerzo que mostró en su carrera le permitieron ganar dos premios Grammy Latino en 2002, por su álbum Lamento Negro; y, en 2012, por su colaboración con el grupo puertorriqueño Calle 13 en la canción «Latinoamérica».

susanabaca02

Baca, que se recuerda a sí misma como «una negrita graciosa», disfrazada y cantando frente a las amigas de su madre, ha pisado los escenarios más importantes del panorama artístico del mundo, desde Francia a Grecia, hasta en ciudades norteamericanas como Chicago, San Francisco, Nueva York y Los Ángeles.

Sin embargo, la artista confesó que pese a su larga trayectoria musical todavía se queda «en carne viva» cuando aparece frente al público en cada uno de esos prestigiosos escenarios.

«Quiero que la gente reciba lo que entrego, a veces la gente me ha dicho que oirme es como un bálsamo, que se han sentido bien, y eso es lo que yo quiero que sientan», explicó.

Entre sus secretos para ganarse al público está haber estudiado educación en su juventud, lo que le permite a sus 72 años saber cómo atraer al público hacia su mundo sin que parezca una imposición.

«Recuerdo que yo cantaba en Alemania el poema ‘A mi hermano Miguel’, de César Vallejo, y veía como una señora se emocionaba y yo podía sentir lo mismo», rememoró.

Su compromiso por hacer de su canto la voz del pueblo se reflejó en uno de sus últimos proyectos: «El amargo camino de la caña dulce. Lo africano en el Perú» (2014), un libro acompañado de un disco.

La artista contó que para realizar el proyecto recorrió durante dos meses las comunidades afroperuanas de la costa de su país y recopiló sus tradiciones musicales con el objetivo de documentarlas e interpretarlas.

Su trabajo como investigadora musical surgió con el objetivo de «poner en el tapete» la música tradicional y «conectarla con lo actual» porque en, su opinión, ha sido poco valorada.

Baca, quien tuvo una corta experiencia como ministra de Cultura en 2011, añadió que a su faceta artística le suma también la política, ya que reconoce la importancia de «ser una artista ciudadana» y no solo «una cantante que se para allí y hace un show».

En ese sentido, dijo que su pedido, que considera el de «las muchas voces» que representa, es de justicia y respeto «no solo para los afroperuanos sino para todos en el Perú».

«He recorrido cada rincón del mundo entero cantando y poniendo la música afroperuana en los escenarios más importantes, y continuaré trabajando hasta dónde pueda, pero creo que hay nuevas voces a las que uno también les tiene que dejar el camino», concluyó. EFE.

 

219983