Arrancó el mayor espectáculo político estadounidense desde los días del intento de «impeachment» de Bill Clinton. En Washington, en la sala de reuniones más grande del Congreso, delante de 150 testigos y millones más delante del televisor, arrancó el testimonio público de los primeros testigos.
El primero en declarar fue Bill Taylor, embajador estadounidense en Ucrania. Y no defraudó. En su declaración aseguró que el presidente Trump estaba «más interesado en la investigación a Biden que en la política ucraniana».
El segundo micrófono fue para George Kent, veterano del Departamento de Estado. Los dos habían comparecido con anterioridad, a puerta cerrada. Ahora era el momento de hablar ante las cámaras. Antes de ellos fue el turno, introductorio, de los hombres que encabezan el Comité de Inteligencia, Adam Schiff, por parte del Partido Demócrata, y Devin Nunes por los republicanos.
Según explicó Shiff, la investigación presenta puntos ciegos, falta información, y en buena medida la responsabilidad corresponde a la Casa Blanca y el departamento de Estado, juramentadas para boicotear las comparecencias de testigos. Nunes, en cambio, ha hablado de una operación propagandística, un juicio político, pura propaganda para minar la presidencia de Donald Trump y fabricar un escándalo de forma artificiosa.
Trump, según la portavoz de la Casa Blanca, no estaba siguiendo las sesiones. De hecho, hoy recibía al presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pero él, o un colaborador, ha dedicado las últimas horas a tuitear algunas de las intervenciones.
Por ejemplo, cuando Nunes ha explicado que «después de prometer públicamente que el juicio político requiere el apoyo bipartidista, los demócratas están impulsando el juicio político sin el respaldo de un solo republicano». También ha considerado interesante la petición de congresista por Ohio, Jim Jordan, que ha solicitado a Schiff la identidad del confidente. «De los 435 miembros del Congreso», comentó Jordan, «usted es el único miembro que sabe quién es el denunciante, y su personal es el único que ha tenido la oportunidad de hablar con esa persona».
Cuando llegó su turno, Bill Taylor, el diplomático estadounidense de mayor rango en Kiev, calificó de «locura» la decisión de Trump de congelar ayuda a Ucrania supuestamente a cambio de que el Gobierno de ese país investigara a la familia del ex vicepresidente Joe Biden.
Taylor, en un intercambio de mensajes de texto ya había calificado de «locura» esa decisión, pero este miércoles ha insistido: «Escribí que retener la asistencia de seguridad a cambio de ayuda para una campaña política en EE UU sería una locura. Lo creía entonces y lo creo ahora», subrayó.
Taylor argumentó contra la decisión del presidente de supuestamente condicionar la entrega a Ucrania de 400 millones de dólares en ayuda militar a un compromiso de Kiev de investigar a Biden recordando la «agresión rusa» sobre Ucrania desde 2014, cuando Moscú se anexionó la península de Crimea. El diplomático, además, describió como «confusa» y «rara» la política de Washington a Ucrania bajo el gobierno de Trump.
«Parece que habían dos canales para la formulación de políticas de EEUU y su implementación, uno regular y otro altamente irregular», describió. El canal «regular» estaba integrado entre otros por Marie Yovanovitch, que hasta el pasado mayo fue la embajadora de EE UU en Ucrania y que supuestamente fue depuesta por presiones de Trump, informa Efe.
Entretanto, el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, estaba a cargo de esa vía «irregular» junto a otros funcionarios, quienes se encargaban de presionar al gobierno ucraniano para que abriera una investigación por corrupción sobre Hunter Biden, uno de los hijos del ex vicepresidente y que había asesorado a la compañía de gas ucraniana Burisma.
«No hace falta decir que los ucranianos estaban confusos», ya que, por un lado, el canal «regular» pedía a su gobierno reformas en energía y seguridad; mientras que la otra vía «irregular» quería «hablar de la conexión entre un encuentro en la Casa Blanca y las investigaciones ucranianas», detalló Taylor. Al respecto, el diplomático indicó que Trump había condicionado la ayuda militar a Ucrania a la programación de una reunión en la Casa Blanca entre Trump y su homólogo, Volodímir Zelenski.
Fuente: larazon.es
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