TORONTO/Canadá.- La compañía canadiense TC Energy decidió este miércoles suspender los trabajos para la construcción del oleoducto Keystone XL a la vez que expresó su «decepción» con «la esperada» decisión del nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de revocar el permiso para ejecutar el proyecto.
TC Energy señaló en un comunicado, emitido al mismo tiempo que Biden tomaba posesión de la Presidencia de Estados Unidos en Washington, que aunque revisará la decisión y sus implicaciones, «como resultado de la esperada revocación del permiso presidencial, los trabajos de avance del proyecto serán suspendidos».
«La compañía cesará la capitalización de costos, incluidos los intereses durante la construcción, a partir del 20 de enero de 2021», añadió TC Energy.
El presidente y consejero delegado de TC Energy, Francois Poirier, declaró que a pesar del golpe que es la cancelación de Keystone XL, un oleoducto con una extensión de 1.947 kilómetros para transportar 830.000 barriles de crudo al día y con un presupuesto de 8.000 millones de dólares, la compañía canadiense está en buenas condiciones para superar el revés.
«Nuestro negocio base sigue rindiendo muy bien y, aparte de Keystone XL, estamos avanzando proyectos con 25.000 millones de dólares de capital asegurado junto con una robusta cartera de otras oportunidades también de alta calidad que están en desarrollo», explicó Poirier.
«Se espera que estas iniciativas generen el crecimiento de los beneficios y el flujo de caja por acción y apoyar aumentos de dividendos anuales del 8 al 10 % en 2021 y del 5 al 7 % posteriormente», añadió Poirier.
La construcción de Keystone XL tenía previsto permitir multiplicar la capacidad de salida del crudo encerrado en los yacimientos de arenas bituminosas de la provincia canadiense de Alberta, que contiene unas de las mayores reservas de crudo del mundo.
Pero tanto la construcción del oleoducto como el aumento de las exportaciones de petróleo destinado a las refinerías estadounidenses del Golfo de México ha sido criticada por grupos medioambientales e indígenas, tanto en Canadá como en Estados Unidos.
Los grupos medioambientales consideran que el crudo de las arenas bituminosas de Canadá es uno de los «más sucios» del mundo y han advertido que Keystone XL permitiría la expansión de la explotación de los yacimientos lo que agravaría la crisis climática.
Pero las autoridades canadienses han defendido que Keystone XL permitiría a Estados Unidos tener acceso a petróleo que es producido de forma «ética», en vez de tener que recurrir a importaciones de petróleo de países como Arabia Saudí o Venezuela.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, declaró el martes que en los próximos días hablará con Biden para tratar de convencerle para que no cancele la construcción del oleoducto. EFE