Teatro Rubén Darío: un templo de cultura que enorgullece a Nicaragua

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MANAGUA.- Cantantes internacionales, comediantes reconocidos y decenas de grupos folclóricos y de teatro han hecho su debut en el Teatro Nacional Rubén Darío (TNRD), un monumental edificio en el antiguo centro de la capital nicaragüense que es símbolo del patrimonio histórico y cultural de este país.

Cantantes de la talla de Diego el Cigala, Dyango, Julio Iglesias, Michael Bolton, y comediantes como el dominicano Julio Sabala, y el conferencista motivacional Chris Garnerd han sido algunos de los muchos que han formado parte de la constelación de artistas que ha dejado huella en el sitio.

«Hoy, (el teatro) es un patrimonio y un orgullo de los nicaragüenses, es un teatro que tiene todas las condiciones para espectáculos de danza, música, ballet, ópera, conciertos, teatro, entre otros», dijo en una entrevista con Efe el director del TNRD, Ramón Rodríguez.

Además, el próximo 24 de mayo, unos días antes del 30 de mayo en el que Nicaragua, como cada año, celebrará el Día de las Madres, el «Ballet Folklórico Nicaragüense», dirigido por el magistral Ronald Abud Vivas, realizará un homenaje dedicado a ellas.

Y lo hará en la imponente estructura de aspecto neoclásico que fue catalogada en su época como el mejor teatro de Latinoamérica y que en la actualidad forma parte de uno de los más completos a nivel centroamericano.

«El templo de la cultura» comenzó a planificarse en 1964 por dos arquitectos de origen estadounidense y no fue hasta octubre de 1966 cuando se inició la construcción, para ser inaugurado tres años más tarde.

La directiva del edificio desde hace varios años ha estado haciendo esfuerzos para que el teatro sea una institución que «democratice la cultura» y que permita a los turistas nacionales y extranjeros tener acceso a él, abriendo sus puertas para que se realicen incontables espectáculos de alta envergadura.

El Teatro, que tiene de vecino el puerto turístico Salvador Allende y el paseo Xolotlán, ambos situados a orillas del lago con el mismo nombre, es hoy una de las construcciones más sólidas de la capital, pese a las acometidas que ha tenido por varios fenómenos naturales.

«Yo creo que ya el teatro es un corredor cultural (…), el teatro es una referencia importante para el turismo», tomando en cuenta que colinda con una de las vías más coloridas de Managua, la Avenida de «Bolívar a Chávez», precisó Rodríguez.

La muestra arquitectónica tiene varios espacios para los eventos; un lobby elegante que se puede ocupar para realizar pequeñas conferencias, presentaciones o muestras de arte.

En un segundo piso se ubica el denominado «Salón de los Cristales», llamado así por los dos llamativos candelabros de cristal donados por el Gobierno de España cuando el Teatro fue inaugurado.

El «Salón de los Cristales», con paredes oscuras y blancas, iluminación especial y escaleras remozadas en mármol, tiene capacidad para albergar entre 350 y 400 personas.

La Sala Mayor o Salón Principal, que será el escenario donde el «Ballet Folklórico Nicaragüense» rendirá homenaje a las madres, está equipado con 1.200 asientos, y está compuesta por el área de Platea, Primero, Segundo y Tercer Balcón que se sitúan frente a un cálido escenario que es cubierto con un telón de gamuza cuando la función ha finalizado.

En los últimos años el Teatro ha tenido un fuerte apoyo por parte del Gobierno central para poder ser «productores de talentos», formando con éxito una orquesta sinfónica juvenil, un coro y un grupo de teatro, de acuerdo a Rodríguez.

El TNRD recibe mensualmente un promedio de 3.000 estudiantes de diversos colegios como parte de un programa cultural educativo y también ofrece visitas guiadas a turistas nacionales y extranjeros. (EFE/Renée Lucía Ramos)

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