TEL AVIV (Israel).- Miles de manifestantes han protestado frente a la sede oficial de la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para exigir un acuerdo para la liberación de los rehenes retenidos en la Franja de Gaza tras una marcha que partió de Tel Aviv hace cuatro días.
La protesta comenzó el pasado miércoles cuando un grupo de familiares de rehenes y simpatizantes partieron desde Tel Aviv, en la costa y ha culminado este sábado con su entrada en Jerusalén y una multitudinaria protesta.
Una de las familiares, Einav Zangauker, ha acusado a Netanyahu de «intentar separarme una y otra vez de Matan», su hijo de 24 años retenido en Gaza. Zangauker ha asegurado que «estamos cerca» de lograr un acuerdo y ha cargado de nuevo contra el actual Gobierno israelí.
«Nos merecemos unos gobernantes mejores que asuman responsabilidades. Los rehenes también se merecen abrazar a sus madres y padres», ha añadido.
Mientras, en Tel Aviv, epicentro de las protestas, se ha desplegado una pancarta de más de 10 metros de largo con la leyenda «Netanyahu está acabando con los rehenes» en la calle Kaplan. Los manifestantes han pedido una semana más la dimisión de Netanyahu, la convocatoria de elecciones anticipadas y un acuerdo para la liberación de los rehenes.
Igualmente ha habido protestas en otras ciudades como Haifa, Beersheba y Herzliya. Además, se han repetido los cortes de carretera en puntos como la carretera entre Raanana y Kfar Saba.
Se estima que en la Franja de Gaza quedan unos 120 rehenes, la mitad de los aproximadamente 240 que fueron llevados al enclave palestino por las milicias gazatíes que entraron en territorio israelí el 7 de octubre. En el ataque murieron además unas 1,200 personas.
Ataque contra Deif y Salamé
El Ejército de Israel ha terminado confirmado que el ataque de esta mañana contra el campo de desplazados tenía como a Deif y al comandante local de Hamás en la ciudad de Jan Yunis, próxima al campamento, Rafa’a Salamé, aunque no sabe si están vivos o muertos.
A este respecto, fuentes del canal saudí Al Hadath apuntan que Salamé habría muerto en el bombardeo y que Deif estaría gravemente herido, pero no existe confirmación adicional de esta información.
De acuerdo el Ejército israelí, los dos comandantes se encontraban en un «edificio de baja altura y vallado» entre Al Mawasi y Jan Yunis y, si bien confirman que estaban en un «entorno civil», han negado que se encontraran ocultos en tiendas de campaña entre los desplazados. Israel también asegura que Deif no estaba oculto en ningún túnel y que no había rehenes en el edificio alcanzado.
A pesar de que las zonas de Al Mawasi y del oeste de Jan Yunis son parte de una zona declarada como humanitaria por los militares israelíes, el Ejército asegura que «se trató de un ataque de precisión que solo tuvo como objetivo la posición de Hamás», de acuerdo con un comunicado recogido por el ‘Times of Israel’.
Mientras, el Complejo Médico Nasser, el hospital más grande de la región de Jan Yunis, cercana a la zona atacada, ha anunciado la suspensión de sus instalaciones tras verse desbordado por el número de heridos.
Fuente Europa Press / foto X