BRASILIA.- Ante las críticas desatadas tras el sangriento motín en la cárcel de Manaos, el presidente brasileño, Michel Temer afirmó este jueves que la responsabilidad del control penitenciario corresponde a los estados.
“Nosotros estamos delante de una realidad constitucional y es que la seguridad interna y de los presidios corresponde a los estados”, insistió Temer tras señalar que existe “otra realidad, fuera de la Constitución, y es la necesidad imperiosa” de que la Unión ingrese en ese sistema de seguridad.
Al intervenir en una reunión del denominado núcleo institucional del Gobierno y referirse a la masacre ocurrida el 1 y 2 de enero en el amazónico Complejo Penitenciario Anísio Jobim (Compaj), que dejó 56 muertos, el gobernante recordó que es un presidio privatizado.
Por tanto, consideró, ‘no hubo una responsabilidad, digamos, muy objetiva, muy clara, muy definida de los agentes estatales’.
La matanza en ese penal -la segunda más sangrienta tras la ocurrida en 1992 en Carandiru, donde la policía asesinó a 111 presos- fue considerada por la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) no como un hecho aislado, sino ‘reflejo de la crónica situación’ de las cárceles de Brasil.
Por su parte, el representante de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para América del Sur, Amerigo Incalcaterra, condenó la ‘extrema violencia’ registrada en los presidios de Manaos. (ECHA – Agencias)