Al menos tres policías peruanos resultaron heridos ayer lunes en enfrentamientos que se presentaron durante el desbloqueo de la carretera Panamericana Sur, que había sido tomada por pobladores del Valle del Tambo, que se oponen al proyecto minero de cobre Tía María, de Southern Perú.
En la operación participaron más de 350 agentes de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales (Dinoes) de la Policía Nacional, quienes desbloquearon el kilómetro 1.049 de la carretera Panamericana Sur, informó el Ministerio del Interior (Mininter).
Según la información oficial, en ese lugar de la región sureña de Arequipa «se apostaron manifestantes contra el proyecto Tía María», pero tras la intervención policial los autobuses y camiones «ya transitan con normalidad» por la zona.
Sin embargo, durante las operaciones resultaron heridos tres suboficiales de la Policía, dos de los cuales recibieron el impacto de piedras en las piernas y el tercero una pedrada que le produjo una profunda herida a la altura del labio superior, según mostraron imágenes difundidas por el ministerio.
El Mininter aseguró que este ataque fue lanzado por «una turba» que se enfrentó a los agentes «en su ilegal objetivo de avanzar por la vía de penetración a Cocachacra para volver a bloquear la Panamericana Sur».
«La Policía se mantiene firme en su posición para salvaguardar el principio de autoridad y el derecho al libre tránsito de nuestros ciudadanos», remarcó.
Durante la tarde de este lunes, después del desbloqueo de la zona, se produjeron nuevos enfrentamientos entre manifestantes que portaron piedras y palos, y policías que lanzaron perdigones y gases lacrimógenos.
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Las fuerzas de seguridad han recibido la orden de permanecer en la zona para evitar que se vuelva a bloquear la Panamericana, que es la autopista más importante de esa zona del sur del país.
Los habitantes de la provincia de Islay, en la región sureña de Arequipa, acatan desde hace una semana una paralización indefinida convocada por autoridades y organizaciones locales del valle agrícola del Tambo, donde se planea instalar Tía María, que puede ser una de las más grandes minas de cobre de Suramérica.
En la región se cree que la puesta en marcha de la mina, a cargo de la filial del Grupo México, dañará severamente el ecosistema, los recursos hídricos y sus cultivos, y no confían en los planes expuestos por los responsables de Tía María para atenuar los efectos de la explotación del yacimiento.
Southern garantiza que usará agua de mar desalinizada para sus operaciones y que construirá un ferrocarril industrial y una vía de acceso «a distancia prudente del valle de Tambo» para el transporte de sus suministros y producción.
Además, al recibir la licencia, la empresa reiteró que no comenzará a desarrollar el proyecto «sin antes generar, en coordinación con el Ejecutivo, espacios de diálogo para absolver las inquietudes y dar las garantías que la población necesita a fin de lograr un contexto social más favorable».
A pesar de ellos, los dirigentes del Valle del Tambo reafirmaron la semana pasada a Efe su decisión de rechazar el proyecto minero y enfatizaron que los miles de habitantes de su provincia defienden su modo de vida vinculado a la agricultura.
Ante las protestas de los pobladores, el presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha admitido que «no están dadas las condiciones» para que comience la construcción de la mina y dijo que la licencia de construcción no implica el inicio de la obra.
Tía María, que requerirá de una inversión de 1.400 millones de dólares para una mina a tajo abierto, prevé producir anualmente 120.000 toneladas de cobre cuando esté en operación y se calcula que generará 1.500 millones de dólares en canon y regalías en los 20 años que tiene previsto estar operativa.
EFE/Video ATV /Foto EFE-Archivo