BRASILIA (Brasil).- El ayuntamiento del estado de Río de Janeiro anunció hoy que comprará y transformará en la Casa del Cine Brasileño la vivienda utilizada en el filme “Todavía estoy aquí”, ganador del premio Óscar 2025 como Mejor Película Extranjera.
“Haremos de la casa, donde fue filmada la película, un lugar de memoria permanente de la historia de Eunice Paiva y su familia, de la democracia y además un homenaje a dos grandes mujeres que enorgullecen a Brasil y dieron su vida a ella, Fernanda Torres y Fernanda Montenegro”, afirmó el alcalde de Río, Eduardo Paes, en la red social X.
Explicó que el lugar se abrirá a visitas para que se conozca “la historia de Brasil en los Oscar y en exposiciones interactivas”.
Paes rasgueó que “la Casa del Cine Brasileño estará lista para recibir nuestra primera estatuilla. ¿Quién sabe, tal vez ella venga a vivir aquí?”, señaló.
Brasil celebra este lunes su primer premio Oscar en la historia con “Todavía…” que superó producciones de Francia, Irán, Irlanda y Letonia.
El Oscar a la Mejor Actriz, al que concursaba la brasileña Fernanda Torres, quedó para Mikey Madison, de “Anora”, filme que también ganó el galardón a la Mejor Película.
Durante su discurso en la ceremonia realizada en Los Ángeles (EEUU), Walter Salles, director de la obra brasileña, honró ayer a Eunice Paiva, abogada y símbolo de la lucha contra la dictadura militar (1964-1985).
“Un honor tan grande. Esto va para una mujer que tuvo una pérdida tan grande. Este premio va para ella, Eunice Paiva, y para las mujeres extraordinarias que les dieron vida, Fernanda Torres y Fernanda Montenegro”, declaró el reputado cineasta.
La obra muestra la historia muy personal de la familia del ingeniero Rubens Paiva, una advertencia muy universal sobre los peligros del fascismo. La película está basada en el libro de Marcelo Rubens Paiva, hijo menor de Eunice y Rubens.
Se puede resumir como la trayectoria de la madre del literato, Eunice Paiva (Torres), una ama de casa de una familia influyente que está obligada a reinventarse después del asesinato de su marido en 1971 por el régimen castrense.
La primera mitad del largometraje es el retrato soleado de una pareja enamorada y sus hijos, con una hermosa casa en la playa en Río.
En la segunda parte, las cortinas se cierran y el hogar se vacía con la ausencia de Paiva y la interpretación inmensa de Torres llena este espacio con el propósito furioso, pero contenido, de una madre que se negaba a llorar delante de sus descendientes.
Toda la prensa nacional pondera este lunes la primera victoria de Brasil en la categoría en su quinta nominación. El país ya compitió con “El Pagador de Promesas” (1963), “O Quatrilho” (1996), “¿Qué Es Esto, Compañero?” (1998) y “Central de Brasil” (1999).
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Fuente y foto Prensa Latina