Un verdadero Vía Crucis vienen pasando los trabajadores judiciales quienes exigieron la inmediata aprobación de la nueva escala remunerativa para este sector, donde la mayoría de los servidores perciben remuneraciones que apenas sobrepasan los mil soles, que no alcanza para afrontar la canasta familiar.
Ellos, sostienen, a modo de lamento, que su precario presupuesto apenas les permite cumplir con los gastos mínimos de alimentación, educación y salud de sus hijos. Además, deben capacitarse por su cuenta, para trabajar a disposición exclusiva del PJ, incluso sábado, domingo y feriados, a fin de acelerar la carga procesal.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Poder Judicial (SUTRAPOJ-LIMA), Luis Sánchez López, dijo que pese a la urgente necesidad de los más de 20,000 trabajadores judiciales, el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez, ha ratificado como prioridad la homologación de los jueces cuya remuneración en el nivel más bajo supera los 9 mil soles, mientras que el haber básico de los trabajadores judiciales no supera la suma de 1,125 soles.
“Y es que la su Escala Salarial, ésta fue dispuesta por la misma Ley de Presupuesto 2018 y aprobada por el MEF el nueve (9) de enero del 2018. Es decir, el Tribunal Constitucional y el MEF emplearon poco más de un mes para la elaboración de su nueva escala”, indicó.
Sánchez, señaló que además, los magistrados cuando realizan su llamada “huelga blanca”, ésta es apoyada y respaldada por el titular del Poder Judicial, pese a que los jueces dejan sin atención los juzgados perjudicando los procesos judiciales de alimentos, pensionistas y de todos los ciudadanos del país.
“Frente a la demanda de los jueces y sus paralizaciones, el Poder Judicial corre a la velocidad con la que un litigante quisiera que se resuelva su proceso, mientras los trabajadores tenemos que asumir la voluminosa carga procesal, sin tener las facilidades en infraestructura y logística”, refirió.
Mientras, claman al titular del PJ ¿por qué los han abandonado?, y al MEF “que en sus manos encomiendan su espíritu” y aguardan una resurrección” de sus justos derechos.