BANGKOK.- El Tribunal Constitucional de Tailandia dictaminó hoy la disolución del partido que presentó como candidata a primera ministra a la hermana mayor del rey por contravenir la monarquía constitucional, lo que supone un duro golpe para la oposición al estamento militar que gobierna el país desde 2014.
«El pueblo tailandés es consciente de que la monarquía, el corazón de la nación tailandesa, fue utilizada con fines políticos de una forma astuta. Está acción pone en peligro el estatus neutral de la monarquía por encima de la política», argumentó el Tribunal.
Los nueve jueces ordenaron por unanimidad la disolución del Thai Raksa Chart, mientras que con seis votos a favor contra tres decidieron la inhabilitación de los 14 miembros de su comité ejecutivo para participar en la política en los próximos diez años, en dos decisiones que el partido no puede apelar.
Amnistía Internacional hizo público a las pocas horas del fallo en el que condenaba la decisión del Tribunal.
«Esta decisión pone de relieve el abuso por parte de las autoridades tailandesas de los poderes judiciales para restringir la asociación y expresión pacífica de la oposición política», afirmó la organización de defensa de derechos humanos.
La disolución del partido significa que sus 282 candidatos no se podrán presentar a las elecciones del próximo 24 de marzo, ni siquiera afiliándose a otra formación política, ya que según la ley electoral, los candidatos de cada partido han de pertenecer a éste al menos noventa días antes de los comicios.
Thai Raksa Chart era uno de los partidos afines a los ex primeros ministros Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 en un golpe de Estado y exiliado desde 2008, y su hermana Yingluck, también depuesta en una asonada militar en 2014 y actualmente en el exilio.
Diferentes formaciones políticas afines al clan Shinawatra han ganado todas las elecciones celebradas en el país asiático desde 2001, gracias al apoyo que sus políticas sociales le han granjeado entre la población rural y a pesar de la oposición del Ejército y la élites tradicionales de la capital.
El Thai Raksa Chart anunció el pasado 8 de febrero la candidatura de la princesa Ubolratana Mahidol, pero a las pocas horas la televisión tailandesa emitió un comunicado del monarca en el que calificaba de «inapropiada» la candidatura de su hermana.
La monarquía es la institución más reverenciada del país asiático y se halla constitucionalmente «por encima de la política», así como protegida por una de las leyes de lesa majestad más estrictas del mundo.
La candidatura de la princesa, que había perdido sus títulos reales en 1972 al casarse con un estadounidense, supuso un terremoto político de primera magnitud, al ser la primera de un pariente cercano del monarca desde que Tailandia abolió la monarquía absoluta en 1932.
El anuncio fue un golpe de mano tremendamente arriesgado cuyo fracaso supone un duro golpe para el clan Shinawatra, que de ese modo ve reducidas su posibilidades de volver a instaurar un Gobierno afín tras las próximas elecciones.
Debido a la ley electoral actual diseñada por los militares, que perjudica a los partidos de gran tamaño, los aliados del clan Shinawatra se presentaban a las próximas elecciones en cuatro bloques diferentes: el Puea Thai que llevó a Yingluck al poder, y los noveles Thai Raksa Chart, Puea Chart y el Prachachart.
Según la Constitución, redactada por la junta militar golpista, los 250 miembros del Senado serán seleccionados a dedo por el actual viceprimer ministro para un mandato de 5 años, mientras que los 500 miembros del Parlamento serán elegidos en las elecciones de marzo para un periodo de 4 años.
Los 750 representantes de ambas cámaras serán los encargados de elegir votación conjunta al próximo primer ministro y, por tanto, formaciones afines al gobierno militar como el partido Phalang Pracharat, encabezado por el actual primer ministro, el general golpista Prayut Chan-ocha, necesitarían de 126 parlamentarios o el 25,2 por ciento de los apoyos en las urnas.
Mientras tanto, los partidos que se oponen a la junta militar han de obtener un total de al menos 376 apoyos, o el 75,2 por ciento de los votos ya que no contarían con ningún apoyo en la Cámara Alta.
Dadas estas reglas del juego diseñadas para destruir políticamente al clan Shinawatra y que castiga a partidos mayoritarios, éste optó por presentar varias formaciones complementarias.
La disolución del Thai Raksa Chart merma las posibilidades de la oposición de desbancar a los militares en las urnas.
EFE/Foto: elperiodico.com