TRUJILLO.– El nuevo desborde de la quebrada de San Ildefonso paralizó hoy viernes Trujillo con la suspensión de los servicios básicos y la paralización del transporte público y privado.
La corriente de agua y lodo desbordó el cauce y ganó en instantes las calles de Trujillo, arrasando con las defensas colocadas en viviendas y negocios.
Se trata del segundo desborde ocurrido esta semana en Trujillo. El miércoles, la misma quebrada de San Ildefonso rebasó su capacidad producto de las lluvias y afectó diversos sectores de la ciudad.
La corriente de agua y lodo llegó hasta el Centro Histórico, donde se ubica la Plaza de Armas y edificios antiguos.
Al igual que el anterior desborde, este ocurrió a las 16:00 horas, tras una tarde nublada y con momentos de lluvia.
Cuando la corriente irrumpió en la ciudad, vehículos de observación dieron la alarma, y los trujillanos de inmediato reforzaron las defensas de sus hogares con sacos de arena, estructuras de madera y demás material doméstico.
La alarma forzó a los vehículos a movilizarse con mayor rapidez, lo que llevó a que el polvo, acumulado en las calles por el desborde previo, levantara una espesa nube en las calles.
En medio de la cortina de polvo, la población observó llegar el torrente por la avenida Miraflores, que con rapidez se volvió en una quebrada más.
Ante la magnitud del desborde, quedó suspendido el suministro de agua potable, energía eléctrica, telefonía fija y móvil, internet, además de la televisión por cable.
Las autoridades llaman a la población a mantenerse alerta pues Trujillo se encuentra rodeada de las quebradas de San Ildefonso, El León y San Carlos, y cauces pueden registrar incrementos súbitos de corrientes de agua.
Foto Andina