La periodista Andrea Selene Torres Taboada, exconductora del noticiero Hoy Noticias, de TV Cosmos, de la provincia de Trujillo, fue despedida arbitrariamente el reciente 27 de marzo. La periodista, minutos antes del inicio del informativo fue impedida de ingresar al set. Se le indicó que debía dirigirse Al área de Recursos Humanos donde se le anunció que había sido cesada del medio.
La comunicadora social no fue informada sobre las razones de la cancelación intempestiva de su contrato. Sus compañeros de trabajo dijeron no entender el motivo del despido. La empresa Cadena de Radio y Televisión Cosmos S.A.C. para ejecutar dicha medida se “amparó en un contrato maliciosamente elaborado”, asegura Andrea Selene Torres Taboada, quien está convencida de que detrás de su desvinculación laboral obra una llamada telefónica exigiendo su salida.
El despido se produjo después de que Andrea Selene Torres Taboada reprodujera en su perfil personal de Facebook la frase: ¿Dónde está el gobernador?, pregunta que se hacían varios trujillanos en redes sociales tras la tragedia natural que azotó dicha zona del país la quincena de marzo. El gobernador regional de la Libertad, Luis Valdez Farías, permanecía fuera del país a pesar de que la región se encontraba en emergencia.
Tras esa publicación la comunicadora revela que el asesor de imagen de gobernador regional, el periodista Miguel Urbina, le advirtió del poder de Valdez Farías en TV Cosmos y le dijo: “Ten cuidado, Valdez está preguntando por ti”.
La Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) se solidariza con la periodista Andrea Torres Taboada y la alienta a denunciar este despido arbitrario ante las autoridades de trabajo.
La ANP condena esta actitud reiterada en algunas empresas de comunicación que pretenden limitar la libertad de opinión y expresión de sus periodistas mediante un contrato laboral.
Los periodistas tienen sus propias opiniones, pensamientos y expresiones que pueden ser contrarios a la línea editorial del medio. Las empresas no pueden ejercer censura sobre sus trabajadores y menos condicionar un contrato al silencio. Es más lamentable aún constatar que las empresas responden a intereses de políticos de turno y no a la responsabilidad social que les corresponde.
Foto Andina- referencial