WASHINGTON.- El presidente Donald Trump volvió a desafiar a sus aliados europeos tradicionales al recibir este lunes en la Casa Blanca al primer ministro húngaro, el euroescéptico Viktor Orban, ultranacionalista con un discurso antiinmigración y acusado de socavar la democracia en su país.
La reunión ofrece un espaldarazo al controvertido líder conservador, a dos semanas de las elecciones al Parlamento Europeo y entronca con la buena sintonía del mandatario con líderes autoritarios y oculta un deseo de corregir la creciente influencia de Rusia y China en la región.
En una breve comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, Trump comentó que Orbán «está haciendo un gran trabajo en mantener seguro a su país» y que «ha hecho lo correcto en inmigración».
«Si miras algunos de los problemas que tienen en Europa son tremendos, porque lo han hecho de manera distinta a la del primer ministro», ha señalado.
«Es un líder muy respetado por toda Europa, un poco controvertido, pero eso está bien», ha añadido. «Me siento orgulloso de estar con el presidente de Estados Unidos en la lucha contra la inmigración ilegal», repuso Orbán.(ECHA-Agencias)