WASHINGTON .- A tres días de una nueva reunión para acabar el litigio comercial entre ambos, el presidente Donald Trump advirtió este domingo que el próximo viernes elevará del 10% al 25% los aranceles que aplica a productos chinos importados por valor de 200.000 millones de dólares.
En un mensaje en su cuenta de Twiter , el mandatario señala incluso que está dispuesto a imponer esa tasa a todos los bienes que proceden de China y comenta que la negociación “continúa, pero demasiado lenta, e intentan renegociar. No!”
La batalla arancelaria acaba de cumplir 300 días. Hasta ahora se han celebrado diez rondas de negociación y en los últimos días se especuló con que el acuerdo podía llegar este próximo viernes.
For 10 months, China has been paying Tariffs to the USA of 25% on 50 Billion Dollars of High Tech, and 10% on 200 Billion Dollars of other goods. These payments are partially responsible for our great economic results. The 10% will go up to 25% on Friday. 325 Billions Dollars….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 5, 2019
Pero el republicano acudió este domingo a las redes sociales para dejar claro que está perdiendo la paciencia y lamentar que las discusiones no estén avanzando al ritmo que esperaba. Ya accedió dos veces a aplazar esta subida de aranceles, para dar margen a las conversaciones, y el acuerdo sigue sin cerrarse.
Como suele ser habitual en estas negociaciones, los flecos más complejos se han dejado para el final. EE UU se concentró en “aspectos estructurales”, como los subsidios chinos a sus compañías, y otras cuestiones para garantizar el “reequilibrio” de los intercambios comerciales, en relación a cómo se va a verificar el cumplimiento de los términos acordados y las sanciones que se aplicarían en caso de incumplimiento.
China, por su parte, se comprometió a elevar sus compras de productos energéticos y agrícolas estadounidenses junto a una agresiva rebaja de los impuestos aduaneros a los bienes de EE UU. La gran cuestión, además, era saber qué pasará con los aranceles que empezaron a activarse el pasado verano y hasta qué punto Trump iba a ceder en reclamaciones como la protección de las innovaciones tecnológicas.
El presidente estadounidense, ya desde la campaña electoral, advirtió de que iba a ser firme para lograr un acuerdo que forzara a China a introducir cambios fundamentales en sus políticas. La agresiva retórica la llevó a la práctica con tres baterías de medidas arancelarias impuestas sobre productos chinos valorados, hasta ahora, en 250.000 millones de dólares, buscando presionar para que los dos países se sentaran a negociar.
El objetivo de Trump con este enfrentamiento era lograr reducir el desequilibrio en la balanza comercial. Pero pese a las discusiones, los datos oficiales están mostrando justo el efecto contrario. El déficit con China marcó el pasado año un récord de 419.200 millones de dólares, frente a 375.500 millones en 2017. Es prácticamente la mitad de los 891.000 millones de déficit global. (ECHA- Agencias)