WASHINGTON/EEUU.- El presidente de EEUU, Donald Trump, «se implicó en esfuerzos para coartar la investigación» del fiscal Robert Mueller sobre la trama rusa y sus respuestas escritas a las preguntas de ese funcionario fueron «inadecuadas», según la versión desclasifcada este jueves del informe sobre el caso.
«El presidente Trump (…) se implicó en esfuerzos para coartar la investigación del fiscal especial y evitar la divulgación de pruebas a la misma, incluido mediante contactos públicos y privados con testigos potenciales», señala la versión con tachaduras del informe, publicada por el Departamento de Justicia.
«(Trump) Intentó que se despidiera al fiscal especial, y se implicó en esfuerzos para coartar la investigación del fiscal especial y evitar la divulgación de pruebas a la misma, incluido mediante contactos públicos y privados con testigos potenciales», agrega.
Ese análisis de Mueller y su equipo se hizo público poco después de que el fiscal general de EE.UU., William Barr, defendiera ante los periodistas que no hay «pruebas suficientes» de que Trump obstruyera la justicia en el contexto de la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
«Los esfuerzos del presidente para influir en la investigación fueron infructuosos en su mayoría, pero eso se debe sobre todo a que las personas que rodeaban al presidente se negaron a ejecutar órdenes o a acceder a sus peticiones», indica el informe de Mueller, de más de 400 páginas.
Mueller generó polémica al entregar en marzo su informe confidencial al Departamento de Justicia, porque decidió no tomar una decisión sobre si Trump había obstruido la justicia y dejó que Barr, nominado por el presidente precisamente por su interpretación del tema, determinara que el mandatario no incurrió en ese delito.
El documento desclasificado también revela que Mueller consideró «inadecuadas» las respuestas por escrito que Trump le envió el pasado noviembre sobre las preguntas del fiscal especial sobre la presunta injerencia rusa y su posible obstrucción de la justicia.
«Reconociendo que el presidente no accedería a ser interrogado (en persona) voluntariamente, consideramos la posibilidad de emitir una citación judicial para que testificara», indica el informe.
Sin embargo, Mueller decidió finalmente no hacerlo, debido al «coste del litigio legal potencialmente largo» que eso generaría, y porque consideró que ya tenía «pruebas sustanciales» sobre «la intención y credibilidad» de las acciones de Trump.
El fiscal especial examinó diez episodios relacionados con la posible obstrucción de justicia del presidente, entre ellos su reacción al nombramiento de Mueller, el despido del director del FBI, James Comey, y el comportamiento de Trump respecto a su ex abogado personal Michael Cohen.
Según el documento, en mayo de 2017, cuando el entonces fiscal general Jeff Sessions le dijo a Trump que se había nombrado a Mueller, el presidente «se echó hacia atrás en su silla» y dijo: «Oh, Dios mío. Esto es terrible. Este es el fin de mi Presidencia. Estoy jodido».
EFE/Foto: bbc.com