Al menos 35 personas han muerto y otras 40 han resultado heridas esta noche en un ataque armado contra una multitud que celebraba la fiesta de Año Nuevo en una conocida discoteca de Estambul.
El gobernador de Estambul, Vasip Sahin, informó de las cifras de muertos y heridos en el ataque que se produjo a las 01.30 hora local (22.30 GMT) pero no pudo precisar la suerte de los atacantes ni su número.
Las primeras informaciones indicaba que eran tres los atacantes, pero los datos posterior del diario Hürriyet apuntan a un único tirador, posiblemente disfrazado de Papá Noel.
El ataque tuvo lugar en el club Reina, situado en la orilla del Bósforo, un conocido lugar de ocio de la alta sociedad de Estambul y frecuentado por celebridades, futbolistas y empresarios.
Los atacantes abrieron fuego con armas automáticas de manera indiscriminada desde la puerta del local, matando al policía de guardia, y luego entraron en el club, en el que se hallaban unas 800 personas festejando la llegada del 2017.
Los testigos del ataque, citados por Hürriyet, aseguran que los atacantes gritaban consignas en árabe.
Por el momento se desconoce si los atacantes han sido abatidos, arrestados o si han huido.
La policía ha desplazado numerosos agentes al lugar para registrar el local, además de numerosas ambulancias, y se realizan esfuerzos para salvar a numerosos clientes del club que se le lanzaron al Bósforo presas del pánico.
Alrededor de 300 personas murieron en 2016 en distintos atentados cometidos en Turquía por el autodenominado Estado Islámico (EI) o por el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
La policía turca ha atribuido al EI varios atentados en Estambul contra intereses turístico, como fue el ataque al Aeropuerto internacional Atatürk que causó 45 muertos el pasado junio. EFE