LONDRES.- El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo hoy que todavía no se han hecho progresos suficientes en las negociaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) para empezar a negociar la futura relación bilateral.
Tusk se mostró «moderadamente optimista» sobre la evolución de estas negociaciones, que ayer entraron en su cuarta ronda, después de entrevistarse con la primera ministra británica, Theresa May, en su residencia oficial de Downing Street.
Al término de este encuentro, Tusk declaró a la prensa congregada que ambas partes «seguirán trabajando», a fin de continuar progresando.
A preguntas de los periodistas, afirmó que nadie podrá convencerle de que el «brexit«, la salida del Reino Unido de la UE, «es algo positivo» y mantuvo que se trata de intentar una «limitación del daño».
Con todo, es «mucho más optimista» sobre la posición británica desde el discurso pronunciado el 22 de septiembre por May en Florencia (Italia), cuando aseguró que Londres cumplirá con sus obligaciones financieras para el actual periodo presupuestario comunitario (2014-2020).
«La filosofía de ‘conservar el pastel y comerlo’ está llegando a su fin», agregó Tusk, en aparente alusión a la posición anterior del Reino Unido, que supuestamente pretendía salir de la UE, pero conservando sus beneficios.
Al recibir a Tusk en su despacho, May aseguró que los dos están de acuerdo en que el proceso negociador «ha avanzado» y subrayó la necesidad de lograr «una buena asociación económica y de seguridad» bilateral para cuando el Reino Unido deje la UE, el 29 de marzo de 2019.
La primera ministra pronunció el discurso en Florencia con el objetivo de impulsar la actual primera fase de negociaciones con Bruselas y poder pasar así a tratar el asunto del futuro acuerdo comercial, lo que, de momento, no ha conseguido.
En aquella intervención, además de asegurar que ningún país de la UE saldrá perjudicado económicamente por la marcha del Reino Unido, pidió dos años de transición después del «brexit» y precisó que quiere un eventual acuerdo comercial «especial».
El Reino Unido y la Comisión Europea (CE) retomaron ayer las negociaciones del «brexit», que se habían pospuesto del 18 al 25 de septiembre, a fin de crear un contexto más propicio para alcanzar un pacto.
Al inicio de esta cuarta ronda, el ministro británico para la salida de la UE, David Davis, dijo que la factura que deberá abonar el Reino Unido por abandonar el bloque solo podrá concretarse «en el contexto» de la futura relación bilateral.
El jefe negociador de la UE, Michel Barnier, ha calificado de «constructiva» la nueva posición de Londres, pero ha avisado de que, antes de hablar de la futura relación, será necesario «hacer progresos significativos» en los tres puntos clave de la primera fase de negociación: los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y la factura de salida.
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