KIEV.- «El reforzamiento de la presencia militar de la OTAN en la región del Mar Negro puede ayudar a contener la agresión de Rusia«, manifestó la viceprimera ministra ucraniana, Ivanna Klimpush-Tsintsadze, al recibira la asesora presidencial estadounidense, Fionna Miller.
Klimpush-Tsintsadze subrayó que «el liderazgo de EEUU» en el mar Negro es «sumamente importante» y que Kiev espera que Washington conceda la mayor de las atenciones a la situación en los mares Negro y Azov, que bañan la anexionada por Rusia península de Crimea.
En en sentido , abogó por restablecer «urgentemente» la comisión Ucrania-OTAN a nivel de ministros que Hungría, uno de los principales aliados del Kremlin en la Unión Europea, bloquea desde hace años.
Video relacionado 9 de marzo de 2019
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Recientemente, el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, visitó el destructor estadounidense «Donald Cook», equipado con misiles de crucero Tomahawk, cuando éste atracó en Odesa, el puerto ucraniano más importante en el mar Negro.
Poroshenko se reunió a bordo del «Donald Cook» con el enviado especial del Departamento de Estado estadounidense para Ucrania, Kurt Volker, encuentro que calificó de «simbólico».
«Esta también es una importante señal para el Kremlin: primero, porque Crimea es ucraniana; segundo, porque la libertad de navegación en la región será garantizada, y tercero, porque la asociación ucraniano-estadounidense es sólida como nunca y cooperamos de manera efectiva en todas las esferas, incluida la militar», comentó.
Mientras, Volker condenó el ataque ruso contra tres barcos ucranianos en el estrecho de Kerch y exigió la inmediata liberación de su tripulación, en alusión a los 24 marineros apresados en noviembre pasado en el incidente naval entre Rusia y Ucrania en el mar Negro.
El «Donald Cook», que estuvo por última vez en Odesa en 2015, tiene base en el puerto español de Rota y ha participado en los bombardeos en Siria, forma parte del incipiente escudo antimisiles norteamericano.
Las tensiones en las costas de Crimea se dispararon el 25 de noviembre, cuando tres buques ucranianos fueron apresados por guardacostas rusos por presuntamente violar las aguas territoriales, tras lo que Kiev acusó a Moscú de «agresión» y declaró el estado de excepción en diez regiones del país. (ECHA -Agencias)