KIEV/Ucrania.- Los ucranianos y los separatistas prorrusos iniciaron hoy el mayor canje de prisioneros de guerra desde el estallido del conflicto en el 2014, que tiene lugar con la mediación de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
La parte ucraniana entregó 75 prisioneros a la autoproclamada república popular de Lugansk, que a su vez liberó a 16 soldados gubernamentales en un intercambio que tiene lugar cerca de la ciudad de Górlovka, en la zona bajo control de Kiev de la región de Donetsk.
En principio, los separatistas deberían entregar hoy a un total de 74 soldados ucranianos, mientras Kiev se comprometió a liberar a 306 prisioneros de guerra.
En cambio, según medios locales, 43 de esos 306 prisioneros prorrusos no se personaron en el canje después de haber sido puestos en libertad por las autoridades centrales.
Además, entre 10 y 15 prisioneros se negaron a regresar a la zona separatista después de que se les preguntara por sus deseos en presencia de un representante de la Cruz Roja.
El político ucraniano Víctor Medvedchuk, autor de la iniciativa, aseguró por televisión que el canje se prolongará durante varias horas, en gran medida debido a la necesidad de confirmar la identidad de cada uno de los prisioneros.
Además, adelantó que en una segunda fase Kiev podría liberar a 74 prorrusos y los separatistas por su parte a 29 prisioneros reclamados por las autoridades ucranianas.
El patriarca Kiril anunció el lunes el canje tras reunirse con el líder de las repúblicas populares de Donetsk, Alexandr Zajarchenko, y Lugansk, Leonid Pasechnik.
Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, habló por teléfono con ambos líderes separatistas para que el intercambio se produjera antes de que acabara el año.
La pasada semana ambos bandos acordaron un nuevo cese del fuego en el periodo navideño, que entró en vigor el 23 de diciembre, aunque este lunes ucranianos y prorrusos se acusaron mutuamente de reiniciar las hostilidades.
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