BRASILIA.- Un juez de la Corte Suprema de Brasil propuso este martes que el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva sea excarcelado hasta tanto sea definido si el juicio en que fue condenado tuvo la «imparcialidad» que exige el Estado de Derecho.
La propuesta fue presentada por el magistrado Gilmar Mendes en la Segunda Sala del Supremo, que aunque lo había retirado de su pauta para este martes, ha decidido juzgar dos pedidos de «habeas corpus» presentados por la defensa del expresidente, en prisión desde abril de 2017 y condenado por corrupción.
Las dudas sobre la forma en que se realizó el juicio contra Lula, a cargo del entonces juez y hoy ministro de Justicia, Sergio Moro, aumentaron en las últimas semanas, cuando fueron difundidos mensajes que el exmagistrado intercambió durante el proceso con fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato.
Uno de los pedidos de «habeas corpus» en favor de Lula que serán juzgados hoy mismo fue presentado a fines del año pasado y ya dos de los cinco magistrados de la Segunda Sala del Supremo, Carmen Lucia Antunes y Edson Fachin, se han pronunciado en contra.
Entre quienes aún no habían sentado posición está el juez Mendes, quien en diciembre pasado pidió más tiempo para su análisis y que ahora, al ser retomada la audiencia, propuso que, frente a versiones de prensa que ponen en duda la parcialidad de Moro y los fiscales de la Lava Jato, el expresidente sea objeto de un «habeas corpus».
Según Mendes, la medida que pudiera excarcelar al exmandatario tendría validez hasta que la Corte Suprema se pronuncie sobre otras acciones intentadas por la defensa de Lula, apoyadas también ahora en las dudas que surgieron de mensajes que Moro intercambió con fiscales y fueron obtenidos por el portal The Incercept.
También existe otro recurso presentado anteriormente por los abogados de Lula, en los que se decía que la «parcialidad» de Moro estaba «demostrada» por el hecho de que el año pasado fue nombrado ministro de Justicia por el hoy presidente Jair Bolsonaro, líder de la ultraderecha y principal antagonista del exmandatario.
Los mensajes que agravan la situación fueron intercambiados en la época del juicio a través de la red de mensajería Telegram y pueden sugerir que Moro dirigió de alguna manera las investigaciones de los fiscales del Ministerio Público, lo que está expresamente prohibido por la ley.
Moro ha negado con vehemencia la «autenticidad» de esos mensajes, que fueron obtenidos por The Intercept con un «hacker» anónimo, y ha afirmado que su actuación como juez estuvo fuera de toda sospecha.
Una vez que Mendes concluya su argumentación en la audiencia que se realiza este martes, deberán pronunciarse los magistrados Ricardo Lewandowski y Celso de Melo, quienes completan la Segunda Sala de la Corte Suprema y podrían inclinar la balanza en favor de Lula.
Incluso, por el reglamento de la corte, Fachin y Antunes, que ya se habían declarado contrarios a liberar al expresidente, pudieran cambiar de posición antes de que sea proclamado el resultado.
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