JERUSALÉN.- Israel intenta que el Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco celebre una votación secreta, que considera podría evitar el reconocimiento de la ciudad cisjordana de Hebrón, sagrada para judíos y musulmanes, como Patrimonio de la Humanidad palestino, informó hoy el digital Ynet.
«No comentamos nuestras tácticas diplomáticas en este punto», dijo a Efe Emmanuel Nahson, portavoz del Ministerio de Exteriores, sobre las informaciones que apuntan a la presión que las autoridades israelíes estarían llevando a cabo en el organismo internacional de cara a la votación del próximo 1 de julio.
El reconocimiento de la Ciudad Vieja de Hebrón afectaría a la mezquita de Ibrahim, lugar venerado por los judíos como la «Tumba de los Patriarcas», donde según la tradición reposan los restos de Abraham, el primero de los tres Patriarcas del judaísmo.
«La cuestión de una votación secreta es crucial. Es muy triste que esto no sea un hecho, y que tengamos que luchar por ello. La banda antidemocrática que ha secuestrado la agenda de la organización ahora está tratando de imponer sus deseos sobre el reglamento», dijo el embajador israelí en la Unesco, Carmel Shama Hacohen, según Ynet.
Unesco reconoció Palestina como Estado miembro en el 2011 y desde entonces ha incluido en el listado mundial la Iglesia de la Natividad y la ruta de peregrinaje en Belén, y las tierra de olivares y viñas de Battir.
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En el 2012, la Autoridad Nacional Palestina inició la solicitud para añadir la Ciudad Vieja de Hebrón y ha urgido a su votación al argumentar que está en peligro de destrucción por las «fuerzas de la ocupación» israelíes.
Este fin de semana, Israel denegó los visados a un equipo de trabajo de la Unesco que pretendía hacer una visita de campo con el objetivo de evaluar este peligro, según el diario «Jerusalem Post».
«La esencia detrás de la petición de los palestinos es robar la herencia, historia y cultura del judaísmo y el cristianismo», añadió el embajador de Israel en la Unesco.
El reconocimiento pondría limitaciones a la construcción y desarrollo del recinto y los alrededores por parte de Israel, que actualmente mantiene puestos de control y estructuras militares en torno al casco histórico para proteger a unos 500 colonos, en la única localidad cisjordana con asentamientos en el centro de la ciudad.