En esta nueva conmemoración del Primero de Mayo, UNI Américas hace llegar su saludo militante a todos los compañeros y compañeras de la región. Saludamos hoy la entrega y la determinación de las mujeres y hombres que día a día luchan contra la injusticia y defienden el derecho a una vida digna.
Hoy, en cada punto de nuestro Continente los trabajadores seguirán honrando la memoria de quienes dieron la vida por condiciones de trabajo dignas. Lo harán movilizándose en las calles, lo harán defendiendo su derecho a la sindicalización, lo harán luchando por su derecho a la negociación colectiva, lo harán peleando contra todo tipo de discriminación, lo harán juntando coraje para formar un sindicato, lo harán defendiendo la dignidad de sus compañeros y compañeras. Los héroes y las heroínas cotidianos pondrán, este Primero de Mayo, un ladrillo más en la lucha de los pueblos por su emancipación.
Nuestra región vive tiempos turbulentos, en los que cada día se acentúan más los ataques a la democracia y a las conquistas sociales. El intento de golpe que se está llevando a cabo en Brasil, tuvo como prolegómenos los golpes blandos ejecutados en Honduras y Paraguay. En todos ellos, una justicia al servicio de los intereses de los más poderosos, junto con medios monopólicos controlados por un puñado de familias, lograron traer al poder a quienes no pudieron ganarlo por las urnas. Expresamos, una vez más, nuestra más clara oposición al intento de golpe de Estado en Brasil, orquestado contra Dilma Rousseff, quien fuera elegida con 54 millones de votos y enfrenta una campaña sucia y misógina.
Reiteramos, una vez más, nuestro apoyo al proceso de Paz en Colombia y nos sumamos a las demandas de las centrales de que el mismo incluya el derecho a la libre sindicalización y a la negociación colectiva y a la formalización laboral y se comprometa con la reparación de las victimas del movimiento sindical. Expresamos nuestra profunda preocupación por el accionar de grupos paramilitares, que pueden poner en serio riesgo la continuación del proceso de Paz, y demandamos al gobierno garantías de protección para los sectores sociales, sindicales y políticos que puedan estar amenazados por el accionar de estos grupos.
En este Primero de Mayo queremos expresar nuestra plena solidaridad con el pueblo de Ecuador, golpeado por la furia de un terremoto que ocasionó una innumerable cantidad de víctimas. Enviamos un mensaje de aliento a los pueblos de la Mesopotamia argentina, sumidos en una de las peores inundaciones de la historia, y a los hombres y mujeres de Dolores, Uruguay, que están reconstruyendo su ciudad después de un tornado devastador.
En este Primero de Mayo, queremos convocarlos, a todos y a todas, a seguir adelante con esta formidable tarea cotidiana de construir una sociedad solidaria, en contra de la avaricia y el egoísmo. De consolidar la lucha por la unidad y la fuerza colectiva, en contra del individualismo y el sálvese quien puede.
En solidaridad.